Pasos pequeños que marcan la pauta...

Aquí las mañanas tienen pasos cortos y grandes frases.

Jugar a la escondida.
Dibujo mi cuerpo en el aire para volver a encontrarme.
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He llegado a recoger una estafeta que había dejado olvidada, me encontré de pronto parada frente a una fuente  de abrazos y sonrisas, de frases que dan la ¡bien llegada!

En este lugar habita un reconocimiento hacia mi capacidad, me abrazan asegurando su cariño al mío. Y establecen un lazo de confianza y soltura. Cada uno de los brazos  representa un lienzo de responsabilidad y de reto para mi crecimiento. Cada una de las veces que fui  bienvenida es una oportunidad de re-significar mi guión. 

Ken-Wong "peces"

Este lugar pone en tela de juicio a mi verdugo interno y tras una sesión larga de Buen trato  lo sentencia: “Recibe lo que es tuyo, abandona la cómoda ceguera y el lamento, decreta estabilidad”.  He despojado al verdugo del manto que cubre su rostro y en respuesta le han puesto sombreros divertidos de la caja de disfraces, el verdugo ríe y aprende sobre la capacidad de darse Buen trato por encima de los errores y los aciertos, el verdugo ríe sin encontrar su lugar, se burla de sus ideas  y mira la estafeta que recogimos.

 De pronto pienso en mi misma años atrás y me veo  con salpullidlo provocado al pensar en establecerme, cada día con la sensación de “estarme yendo”. Ahora la ventana me lo muestra con otro filtro, (o mi propia mirada): la estabilidad me da libertad de irme cuando yo lo necesito, cuando yo lo deseo, así no más. Tener confianza en mis capacidades (y reconocer cuando tengo que adquirir nuevos conocimientos, actitudes y aptitudes)  es prioritario para recibir lo que ya es mío sin necesidad de patearlo, esta pagado por adelantado (Como dice Jorge Buckay).

zhu-yi-yon "serie memoria".

Me reconozco “explosiva” y soy capaz de erosionarme “el espíritu” y rebotar contra todo, la tarea de este reencuentro se llama “Auto-cuidado, autoprotección y crecimiento”, no quiero la cautela, no acepto la resignación,  busco la RE ASIGNACIÓN. En este reencuentro la explosión no puede seguirme costando la vida.

Esta estafeta tiene manos pequeñas que me muestran como  autocuidarme y  cómo crecer… En este lugar cantamos al sol para que nos caliente, movemos el cuerpo con aceite de iguana de aquí para allá y de allá para acá”, nos damos las manos para caminar, -Por si llega un tropezón sea más facil enderezarnos- abrazamos para consolar o saludar, lloramos la frustración y la distraemos con las formas de las nubes.

En este sitio el corazón sabe decir sin miedo a otro corazón: “Es que te extrañé demasiado, aunque no recuerde muy bien tu nombre mi corazón te extrañaba y ahora puedo estar cerca”. 

 El amor debería ser así de simple… seguramente lo es.