jueves, 28 de noviembre de 2013

Tienes un león?

Miki Sato
Joel es hijo único, tiene tres años de edad, habla con dificultades y a pesar de ello todas y todos entendemos lo que quiere decir cuándo lo dice, se mueve con habilidad por su mundo, cursa el primer grado de preescolar. Yo los acompañaba en su mesa de trabajo  experimentaban la aventura de dibujar con "el material peligroso", un isopo  y una corcholata con cloro puro. Me mira a los ojos, sostiene la mirada y pregunta curioso:
- Joel: Tienes un niño?
-Yo: no.
-Joel: Un hijo?
-Yo: No.
-Joel: Un perro?
-Yo: nooo (Sonriendo)
-Joel: ...mmm mmm un gato?
-Yo: No tampoco tengo un gato.
-Joel:¿No tienes nada?
-Yo: De lo que preguntas  no. Tengo otros tesoros
Pasaron máximo dos minutos... después vuelve a su inventario:
-Joel: grrrr,  grrrr, grrrrr...  un león?
Yo: (con carcajadas interiores y sonrisas evidentes) ¿¿¿un león??? No. No tengo nada, es es más ni cucarachas.
-Joel: (sin poder repetir la palabra cucarachas) jajajaja bueno mi mami si tiene cocorrachasss,  jajaja mi mami tiene todo. 
y sin que  escuche mi voz (sólo mi risa le acompaña) le respondo: 
-Alguna vez viví con un Osito... ¿Cuenta Joel?

domingo, 24 de noviembre de 2013

Cuando tenga la tierra... te lo aseguro semilla...



En mi tierra por ahora quema el invierno, estoy en  la plaza de la comunidad de San Andrés conmemoramos públicamente la muerte,  hace 40 años  un guerrillero, parido por la universidad publica de Guadalajara, y vecino de esta colonia. Alrededor de 50 sillas bordean un escenario endeble de tablas y sólido de esperanza. La obra de teatro "traerá  a la memoria de San Andrés la liga del 23 de septiembre, grupo organizado con la lógica revolucionaria de su tiempo, desprendido del movimiento del ´68, apagado con el asesinatode muchos de ellos y de ellas. 
Nosotros no formamos parte del vecindario, muchas y muchos de nosotros leímos sobre ellos y ellas por ahora sólo recordamos que el pueblo necesita organizarse, que son los de siempre los que tienen el poder, que somos las y los de siempre los que se aprietan el cinturón.
Entre el publico a los pies de mi silla están sentados dos niños varones y una niña. El más alto de ellos es delgado viste una playera blanca desgastada y sucia, unos pantalones cortos  y unos zapatos raspados sin calcetines, llevo un rato mirándolo, camina apretando sus brazos contra el torso, sus manos trenzadas y camina cuidadosamente pegado al más pequeño, algo parecido a la inclinación que toman las sombras; El más bajo tiene un sweter azul, pantalones de mezclilla y el rostro relajado, su mirada se alimenta de la obra de teatro y las comisuras de sus labios se sonríen, quizás es un chico de preescolar  (Asumo que son hermanos y que la pequeña también es su hermana) la niña tiene un abrigo rojo que cubre sus desnudas piernas, y no lleva calzadas las plantas de sus pies, también debiera cursar la etapa preescolar. Muero de frío... lo miro, su rostro se pierde, evita mi mirada camina con sus brazos trenzados, su mirada en el piso su pecho contraído,el mío lo persigue... tengo botas puestas, un vestido y medias para el frío, ¿cómo puede caminar sin estar cubierto?. Su frío me duele... recuerdo que tengo un sweter delgado en el vocho.
 Sigo la obra y sigo su camino, observo que no habla, que no decide sólo persigue al más pequeño sin soltar la trenza que hace con sus dedos. La obra en la plaza casi termina, mi corazón esta apretado, en mi país asesinan a los idealistas... los niños atentos seguían la obra, se preguntaban cosas entre sí sólo el más bajito y la niña. Me duele su frío... pienso. Le tocó el hombro para preguntarle ¿Quieres un sweter? el desvía su mirada sin responder ni una sola palabra, acerca su pecho a la espalda del más pequeño y pega su barbilla a su propio pecho. Me duele su frío, mi corazón se apena, le pregunto al chico de preescolar ¿Puedo traer de mi coche un sweter para tu hermano? el responde que si, que me espera... la niña me mira y me dice de frente: "yo también quiero otro" yo digo "Lo siento él no tiene, sólo tengo uno" recorro la plaza aprisa. Paso frente a la iglesia en la que "el cura daba la misa, abordando el amor al prójimo, a puerta cerrada". Llego a los pies del escenario se lo doy al más pequeño... avanza cómo buscando a su hermano (quien yo veía sin sweter no era su hermano) lo llamo y le digo desesperada "No a él, (lo señalo) mira no lo recibe, dáselo tu!". El pequeño se devuelve, estira su bracito y le dice firme: "¡pontelo tú!". El chico mayor me siente cerca no levanta la vista, lo pone en la silla fría y cuando lo acomoda sonríe tan plenamente que explota mi llanto contenido... no puedo más me duele su frío, me duele su hambre, me duele. 
 Me parece tan claro que  ese niño ha sido violentado tantas veces que ya no usa la voz, que no se despega del pequeño por que no puede hacerlo, que su corazón muere de frío, que su lenguaje es crudo y desnutrido, qué su cerebro pepena aventuras,  me suplico recordar que existe alguna razón que no descubro que  lo mantiene vivo y vinculado a los y a las demás. Los pequeños le acompañan animándolo para que use el sweter. 
No puedo... simplemente quiero esconder este llanto  abrupto y profundo, llega un abrazo que me cobija ésta impotencia presente mientras escribo, me paro camino y hundo mi rostro buscando que de la nada mi llanto encuentre calma, no paro de cuestionarme.
¿Cuál de los tratados en pro de los derechos de los niños y las niñas le abraza cuando tiene miedo? 
¿Qué artículo de la convención le apoya para que sus emociones nombren sus miedos?
¿Quien le repite que lo ama? 
¿Cómo me quito el frío con el me que quedo, cómo dejó de llorar lo que no puedo hacer?

jueves, 14 de noviembre de 2013

Parcelas de sueños llenas de maleza

AlbertoMonti: http://www.dosisdiarias.com/
Tengo las uñas repletas de tierra de una parcela de sueños que SON SÓLO MÍOS,  estuve arando con mis propias manos las metas y los sueños que hace tiempo sembraban el anhelo  para ver, para aprender ciertas cosas, de respirar otras, de caminar otros caminos...los anhelos de las semillas con etiqueta personal de crecimiento..tengo las uñas rotas, las manos ardientes y muchas noches con sus días  para buscar.
Tengo la cara sucia con lodo de mi propio desdén a los que fueron sometidos mis proyectos, con lodo de la que era mi brújula y mi norte...
Tengo rodilleras color  canela raspadas de expectativas personales, recorre mi cuerpo desde la frente hasta los tobillos el sudor de la desesperación por encontrar mi propio tesoro, ¡Por aquí lo dejé! me repito mientras escarbo con brusquedad, ¡Por aquí estaba! repito buscando calma.
http://www.dosisdiarias.com/ Alberto Monti.
¿Cuándo enterré mi caja fuerte?  ahora parece profundamente  hundida, no debieron  mis proyectos, ni mis sueños, ni mis ansias ser conservados en una caja fuerte con combinación semisecreta, debí colgarlos cómo un "espanta espíritus" en el quicio de la puerta. Debieron tintinear con la gracia de los sueños.
Con este lodo que recorre mi rostro, con este dolor de huesos me prometo mirarme a través de lo no resuelto, con todos los latidos de este acelerado corazón: me prometo enderezarme con la convicción, me prometo abrir los ojos y mi corazón para seguir soñando con el aliento de las metas pendientes.