domingo, 13 de diciembre de 2015

El ruido del cerrojo... el ruido de la llegada

Quino.
Cuándo era niña papá era el último en llegar a casa. Así que sus sonidos representaban prisa y pasos presurosos por la escalera para abrirle la puerta y abrazarle, mamá hacía una valla de sonrisas detrás de su prole y casi siempre daba primero la espalda a papá para encender la orquesta entre la cocina y el comedor . Nunca se besaban, ni se abrazaban, el le miraba y le decía:¿cómo te fue chula? ¿A que hora llegaron?. ella sonreía y contestaba "bien, cómo a las siete". La familia al comedor, papá a quitarse las botas, alguna vez le perseguí hasta su recamara mientras le narraba algo que no podía esperar o si pretendía asegurarme de que haría algo que yo necesitaba, el por delante  yo hablando sin parar.
La cocina se poblaba de luz incandescente, los trastes cantaban tomando su lugar en la mesa, la cafetera comenzaba su discreto humear, las anécdotas iniciaban con alguna tarea escolar servida junto al pan en la mesa, y casi siempre terminaban entre chistoretes y juegos de disparejo (pulgar arriba, pulgar abajo, disparejo, se sale, no hace aseo doméstico)  para lavar platos y  limpiar la mesa.
Con el paso del tiempo cuándo papá llegaba de trabajar algunas noches no estábamos las tres ni su hijo, ya no estábamos recibiéndole en la puerta ansiosas  por encontrarnos con su mirada ni mi hermano pendiente de jugar cuerpo a cuerpo con su papá, entonces papá se pronunciaba en un llamado a gritos, hoy pienso un tanto desesperado de descubrir el silencio, y gritaba: ¡Hey llegó el perro!
Maitena 
 Recuerdo que un sentimiento extraño de culpa bordeaba mi cama y entonces bajaba molesta, incómoda y esta vez ansiosa por evitar el encuentro de nuestras miradas. Ahora cuándo termina el día generalmente soy la última en llegar a casa,  a veces fantaseo con un encuentro ruidoso y colmado de palabras (pero no de voces de hijos ni de hijas, por que no he resuelto si voy a reproducirme).
De cualquier manera añoro y anhelo que la puerta de mi casa, en dónde sea que este,  se abra haciendo noches ruidosas de palabras, de miradas, de anécdotas y chistoretes, de juegos. A ratos me pregunto mientras conduzco ¿Cuáles serán los sonidos que provoco cuándo me acerco a casa? ¿Abriré yo la puerta de la casa, o va a sorprenderme antes de que saque el llavero? . Al llegar siempre quito mis botas de los pies, la ropa del día y la bolsa de mi hombro, entonces  y sólo entonces he abierto la puerta de casa.
http://portroche.blogspot.mx/
Vivir en compañía implica encontrar maneras para encontrarnos cuando la energía se ha terminado, cuándo la noche envuelve el tedio del tráfico, el cansancio corporal, el hambre y el sueño.  Y quizás vivir en solitario implica abrir el cerrojo encontrarse la paz y el remanso de lo que han convertido en su hogar, una cena para consentirse, la música del silencio o el reconocimiento personal de los sonidos del final de su jornada...
De igual manera me quedo con la idea y el sentimiento de que construir el hogar y la estancia en el, es una responsabilidad que tejemos durante el día albergando momentos para llevar a la puerta de cada hogar personal, quizás fermentando pensamientos, o registrando cómo en notas sueltas por el cuerpo la fuerza de la rutina y  y las sorpresas que hay en la cotidianidad.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Tráfico de tristeza...


Tráfico de tristezas, de dudas,  intentan moverse en mi pecho, intentan disipar la nube. 
  Se atoran tropezando unas con otras, desalientan mis pasos y se burlan socarronas de mi rutina... a medio día, aquí están, aquí van rompiendo con centellas luminosas el uso del tiempo laboral. 
    Nadie sorprende mi noche de neblina y silencios...Nadie advierte que entre coros, canciones, nombres, citas, encuentros,  y momentos rápidos de la mañana hasta el medio día  una nube ocupa mi pecho lenta abrumada... Alguien llama a la puerta... entra... el diálogo conmigo se detiene... 
   La cita clave del día ha llegado... la nube consigue quedarse atrapada entre mi alma y mi rutina, tic-tac-tic-tac-tic-tac-tic-tac...


domingo, 11 de octubre de 2015

Ríete niño.. que me muestras la luna cuándo es preciso...

Ilustrador: Huey Li
La velocidad de los autos en la noche transitada era regulada por el semáforo de la avenida Juárez y Federalismo en la Ciudad de Guadalajara, una mujer  delgada y de estatura pequeña aceleraba y paraba su marcha de acuerdo a la luz roja o verde, vestida de premura inclinaba su cuerpo sobre el parabrisas de los autos y extendía su botella con agua jabonosa, en la banqueta de esa esquina dos niñas y un varón cómo de 4 ó 5 años  la llamaban mamá. 
     La luz en verde, no podíamos cruzar la avenida Juárez y ella no podía abalanzar su cuerpo en el cofre de ningún auto.
    El pequeño le llama una tercera vez "¡Mira ma, mira maaa!" en el cuello del pequeño una franela (que alguna vez fue roja) anudaba una capa de superhéroe , las manchas de ollin fueron transmutadas por manchas de batallas de ganadas, sus piernas se abrían en zancadas y saltos grandes cómo de hasta 8 años, de niño grande... 
Ilustradora: Kelly Vivanco.
Junto a mí saltaba el juego, el desvelo y la posibilidad de soñar.. me acerco y le pregunto si puedo tomar una fotografía, el responde que si, mi teléfono me dice que no, que no tiene luz suficiente, le muestro que no se ve nada, y me despido diciendo "oye pero ten cuidado con la capa" el me mira, detiene su salto y me responde "no vuelo". Yo insisto, pero "por el nudo,  no lo aprietes mucho"... el ratifica "oye, oye, no vuelo", abre su capa en una vuelta que me sorprende
     Cruzo la calle sonriendo, dejando atrás mi cansancio en la sien, y repitiendo divertida "claro que vuelas, vuelas entre asfalto y días pesados, entre la realidad y el juego de la realidad, pero en algo tienes razón no hay nada de que tener cuidado".  Una franela sucia y desgastada puede ser una capa para volar y pelear durante la noche,  una taza de café puede ser un suspiro para volver a casa sonriente y con capa de superhéroe, al final de la noche cada una en sus batallas pelea con sus villanías y con sus villanos.

sábado, 12 de septiembre de 2015

35 Cosas para Recordar...

Foto: @Carlos E. Ortega
Escultura @Alejandro Nava.
35 cosas que recordar: 
1. Se llega a tiempo, siempre que se quiera nacer. 
2. El lugar que ocupas al llegar sirve para organizar y priorizar. 
3. El número de la trinidad: "Cada lado del triángulo representa a cada fuerza que reviene o atiende una emergencia". 
4. Cuatro: Es una silla para esperar y ofrecer un mensaje de amor y franqueza. 
5.Aprender a leer es necesario... 
6. y a escribir también. 
7. Sumar y restar son operaciones básicas para la salud.
8. Mudarse con lo necesario es indispensable para que el camino sea ligero. 
9. Conservar en las mudanzas amigas, amigos y sueños para reparar lo descompuesto. 
10.La salud física no se descompone se transforma en enfermedad. 
11. El cuidado y la atención sanan el corazón, de la mente te encargas tu solita.
12. Correr para pensar, 
13. Saltar para soltar. 
14. Cantar para jugar, 
15. Llorar para limpiar, 
16. Besar para tocar, 
17. Mirar para proteger, 
18. Abrazar para decir, 
19. Trepar para besar, 
20. Leer para avanzar, 
21. Encontrarnos para seguir...
22. Seguir para reconocer lo infinito de lo finito.
Foto: @Carlos E. Ortega
Escultura @Alejandro Nava
.
23. Cerrar, soltar, gestar (no gestar) y al final decidir... 
24. ...Cerrar y soltar para ELEGIR. 
25. Los sueños se construyen con las manos impregnadas de nubes y se llenan de aire caliente de las         decisiones. 
26. Los niños y las niñas no abrazan con sus brazos, abrazan con          su pecho tu camino. 
27. El amor es una convicción que resiste las cuestas de la                   sorpresa y de lo planeado. 
28. La compañía es una pieza extraña que se camuflajea de día y         se encuera por las noches. 
29. Mamá y papá siempre están: velan por lo vivo y apelan por lo muerto.
30. El silencio es un sitio necesario. 
31. Lo que no se habla se actúa. 
32. Es indispensable nombrar lo innombrable. 
33. Siempre hay tiempo para desenterrar los sueños.
34. Viajar es reconocer que puedes volver. 
35. El camino se hace confiando en las plantas de los pies...




lunes, 10 de agosto de 2015

Alberto Montti
Hoy he conocido a una pareja heterosexual, treintañera que sin darse cuenta nadan como el salmón en contra de la corriente buscando reproducirse y  vivir la satisfacción, incluso sin  saber cómo criar a su pequeña hija, priorizan la idea de hacerlo divertido, de disfrutar los errores, de enfrentar los desafíos, de mirar el otro a la una  y de permitirse ser mirado.
En tantos sentidos usan la vía contraria para amarse e intentar mantener a la familia que formaron. Tienen claro que "mantener" no significa en exclusiva techo, alimento y vestido (dicho sea de paso eso tiene un precio) Eligieron priorizar la crianza por encima de los recursos, y ello no lo había conocido en ninguna pareja que use el sistema de Educación Inicial de cuidado y asistencia para las niñas y los niños que crecen compartiendo la crianza en la escuela y en la casa, mientras mamá y papá trabajan fuera de casa. Imelda y Nestor han asumido de manera consciente y plena que esta fase de su vida requiere una organización de prioridades y unas gafas nuevas para leer la realidad. Han decidido en dos ocasiones de la vida familiar recortar sus gastos y acortar las jornadas  laborales  para sumar tiempo de convivencia y de crianza, y no dieron por hecho que el debería trabajar menos en su taller, o que seguramente la paz y la unión familiar dependían de ella en una lógica sexista, ella renunciaría a sus horas de clases, es más complicado: ambos empleos disminuyeron su jornada. En la complejidad de la economía mexicana me pregunto ¿Qué tuvieron que atravesar para hacerlo tan firmemente? Sobre todo soltar el ritmo del capital que nos empuja por la espalda gritando en el oído: "Tener significa armonía, tener significa paz y seguridad para las crías" y que de manera burda anuncia con altavoz en  los padres y en las madres: "Quiero que tengan lo mejor, entonces les veo poco tiempo, me conocen poco, la satisfacción llega cuando ves que nada les falta". 
Alberto Montti
Querido Capital tener bienes, servicios de excelencia, acumular ahorros no siembra conciencia, no establece vínculos, no nos entrega envuelto junto al cheque la certeza de gozar la vida familiar, de conocerles, y de conocernos.

viernes, 31 de julio de 2015

Serie los Archivos secretos de G.A: Sin telita en la colita

Sara Frattini
Después del encuentro de lágrimas y de muchos meses de por medio, Rodolfo y yo nos encontramos en Chiapas y me invitó a Veracruz y en Orizaba compartimos la cama. Al verme me dijo que no entendía porque estaba yo tan molesta con mi cuerpo, si era hermoso y me pidió que sin tener sexo,  durmiera  desnuda a su lado y acepté. Entonces compartimos cama. 
Al día siguiente  nos bañamos juntos  y ya no sentía vergüenza. Sí a el le gustaba, debería gustarme a mí también  ¿Qué no?. Yo me regresé a Guadalajara y el a su lugar. En uno de los viajes de Rodolfo  fuimos a Puerto Vallarta, yo sólo pensaba "todos lo hacen   y si nos cuidamos no debe haber problemas". Pero al final, no, no lo hice.
Mi cabeza repetía la historia: "El había embarazado antes a una muchacha", lo escribo así porqué  como el  me lo dijo "era sólo sexo". Y en mi entendimiento "sólo" y "Sexo" jamás, jamás,  jamás iban juntos. Así que no, no, menos hubo sexo en Puerto Vallarta.
La sobreviviente
Erika Khun
Fue en su siguiente viaje  después de una "calentadota" que dije, ¡Orale, va! Tenía mucho tiempo diciendo "que me necesitaba" y honestamente me fui a la cama, más a huevo que de ganas. Así pasaron muchas "noches de taladro" y yo tan estresada que no sentía ni las cosquillas. Lo veía moverse y tocarme como si yo fuera espectadora "de cómo se servía de mí". Aunque usábamos condones yo me moría de miedo y aunque sabía que no era sano me tomaba "la pastilla del día siguiente". Creo que fueron dos orgasmos que disfrute con Rodolfo y en uno usamos un anillo vibrador que compramos en Samborns. Las noches eran insípidas, era violento y le gustaba el sexo anal. No me molesta pero me lastimaba seguido por impaciente. 
Amuleto,
Erika Kuhn
Mi relación fue de más de cuatro años, por fortuna de lejos. Nadie  sabía  que yo "lo hacía con Rodolfo" porque de por sí a los gordos nadie los quiere, y  a las gordas menos ¡imagínate  gorda y puta! (Dicho sea de paso, cómo decía mi mamá). Tenía que casarme con el por lo menos en mi cabeza,  no había de otra  y Rodolfo siempre me decía que me amabaDe nuevo la voz de mi abuela en mi interior, la actuaba en mi exterior: "busca quien te quiera no a quien querer" Yo pensaba encontré quién me quiere. 
Mamá también decía  que sí te  acostabas con un hombre, después  diría  y pensaría  que te acostaste  con tantos más  y si en una de esas te embarazas, ellos lógicamente, dudarían  de tu honor, negándose a aceptar que el bebé fuera de ellos. Un buen día Rodolfo me preguntó, me cuestionó, ¿Me acostaba con Julián?.  ¿Julián uno de mis mejores amigos? AMIGOS; Ese día terminó  mi relación con Rdolfo.
¿Y ahora qué? Ya no tengo "telita en la colita".¿A poco así se siente siempre?  ¿A poco así sienten todas? ¡Ya estoy desgraciada y nadie me va  a querer!, pues ni hablar ya no hay nada que perder.
(Me salté Satuik)
Conocí a Ashis y pasábamos largas sesiones  frente a la webcam, masturbándonos y enamorándonos. Me mandaba fotos y yo a el. Siempre me ha gustado  explorar opciones nuevas y el sexo no es la excepción. Lo vi masturbarse en la oficina,  en la recamara, en el baño del corporativo. Le mandaba fotos y vídeos y además nos llevábamos super bien. Decidimos conocernos en persona  y nos fuimos a las Vegas según nosotros a conocernos primero y pensando que el sexo no pasaría. En cuanto nos subimos al taxi del aeropuerto, no pude contenerme, se veía super bien y me venían a la mente  todas las cosas que hacíamos.  Tardamos más en llegar al hotel que en quitarnos los calzones. No hacía ruido y si no fuera porqué  lo tenía erecto hubiera pensado que YO no le gustaba.
Pajares en Fuga
Erika Kuhn
Me debía MUN (Miss uber naughty). El me cuidaba más y me preguntaba si me gustaba, intentamos posiciones  y cosas nuevas  para disfrutar los dos. Hicimos vídeos, los vimos, y los borramos. Regresó a Australia y cada vez que nos veíamos, estaba listo para empezar, así acostado y tocándose  el pene. Me gustaba, pero yo lo quería  en serio y me negaba a aceptar que mi relación "era sólo sexo".
Propuse para la cuaresma no hacerlo y le expliqué  lo que mi religión dicta y aceptó. Pasó la Cuaresma insípida igual, nuestras pláticas  eran menos  frecuentes y siempre estaba haciendo algo más, trabajo generalmente. Creo que disfrutaba verlo masturbarse porque eran los momentos  en que lo tenía  solamente para mí. 
Después de la Cuaresma no quiso volver a hacerlo, me dijo que no lo tomaba en cuenta en mis decisiones y que ahora no tenía ganas simplemente. Dijo que le iba a tomar tiempo recuperar la confianza, alguna vez lo hicimos  de nuevo, podría jurar que escuchaba los gemidos  de una porno. 
Me empecé a esconder, a sentirme  insegura. Ya no me bañaba con la cámara encendida para que el me viera y era más cuidadosa con la ropa e.t.c. Después  de 3 o 4  meses  le dije que yo quería  ser su esposa y no su amiga ¿Y a tu esposa te la coges, o qué? Según  me contó fue a terapia pero seguía igual, nada cambió, dejó su terapia y se enfrasco en el trabajo... La relación termino.
Ahí le parare mejor... Falta mi vida en Houston (sentirme muy atractiva, así gorda, sin producción y mi historia con los negros y sus penesaurios)y mi regreso a Tapatilandía (sentirme inadecuada, así gorda con producción sin penesaurios y buscando, buscando, buscando) Estoy segura que ha llegado mi momento de dar y recibir, dar y recibir...

jueves, 23 de julio de 2015

Serie los Archivos Secretos de G.A: El miedo a ser tocada y el gusto de tocar

Miki Satto
En Nueva York  conocí al primer Turco, Mehmet y cada cita era de ensueño. Un día me invitó a su casa, no quise subir  a su cuarto. Un día después me llevó a una playa hermosa, alimentamos a las aves y vimos el atardecer, después  pasamos por un motel y bromeando me insinuó la invitación me negué. Al día siguiente dejó de hablarme.
Barbaro era mi amigo me gustaba porque era muy tierno y me hablaba con mucho  cariño. Me gustaba tocarlo porque se ponía muy nervioso y nos hicimos cercanos. Pasaba muchas horas en mi cuarto, casi siempre en la "compu" pero a veces nos distraíamos y nos dábamos  a los besos, me gustaba tocarlo sin permitirle que me tocara a mí. Siempre respeto mis límites ;)
Regresé a Guadalajara tal y como me lo prometí, casta.
Empecé a perderle el miedo y me volví amiga de la cámara. Me gustaba provocarlos y que me vieran. Ahora que lo pienso  es claro, no podían tocarme como lo dijo mi mamá. Y conocía a hombres jóvenes  y les mostraba mi cuerpo, obvio, sólo lo que me gustaba.
Ellos no podían verme la panza, o las estrías, si no sólo lo que les excitaba y yo quería mostrarles. Los miraba masturbarse hasta  eyacular y les hacía  creer que yo también lo hacía. Me hacía sentirse segura y hermosa ¿amada, tal vez?. Pienso  que se busca amor de la manera equivocada.
Alberto Montti
Brom y Jairo  disfrutaban de mis manos mientras estábamos en el estacionamiento del CUCEA, era emocionalmente prohibido y a mi, ni me veían, ni me tocaban. Me llamaban y trataban de buscarme cada vez más seguido. Yo lo sabía, porque mi mamá me lo dijo, así son los hombres, ¡sólo buscan  sexo y cuando lo tienen  te mandan a volar!. Así que por eso y por el miedo  a que me gustara no lo intenté.
Llegó Rodolfo mejor dicho, regresó. Lo  conocía  desde los 16, pero nunca quise andar con el. No me gustaba aunque era lindo, no me parecía  atractivo. 
Gabriel Pacheco
Me insistió tanto que acepté  después  de años ser su novia. Decía mi abuela: ("Hay que buscar quien te quiera y no a quién querer", lo ejercí en presente) .Ya tenía yo 23 años y en vivo, nadie me había visto desnuda, por supuesto seguía siendo incómodo ¿Y si me tocaban?...
Vino a visitarme y fui a su hotel porque tenía para mi una sorpresa. Metidos en su cuarto, la sorpresa fue regalarme su cinta negra. Acto seguido  me doy cuenta  que tengo encima a un cabrón moviéndose  y haciendo ruidos extraños. Sí, con ropa pero invadiendo mi espacio y tratando de tocarme, me morí  de miedo y lloré y lloré hasta que al levantar la mirada lo vi llorar. Se disculpo conmigo con excusas y salimos del hotel. Pasaron meses sin que yo volviera a verlo o hablarle. 

lunes, 13 de julio de 2015

Serie los Archivos secretos de G.A: De besos laaaargos a la promesa de la virginidad.

Sueños-Dreams. Adri
Después de un rato  conocí a León, mi primer novio. Sí, lo conocí por internet y resultó ser primo de una de mis compañeras de la prepa. Después de varios intentos acepté  ir al cine, resulta que el principal buleador de los gorditos se enamoró de una “gordita”. 
Hasta ese momento no entendí porque eso  del “sexo” era tan placentero y no recuerdo como descubrí que las mujeres también podían masturbarse, pensé que eso sólo lo hacían los que tenían pene. Después de varios intentos  de literal, “picarme la cola” en la regadera, me di por vencida. Yo no sentía “padre”, ni rico, ni me dolía, ¡Ni sentía nada!
Ilustración Mónica Carretero
León y yo seguimos saliendo, iba a mi casa, yo iba a la suya, él era tan casto como yo. Nos descubrimos juntos. Me gustaba sentir en mis manos  su pene erecto cuándo me besaba. Me sentía atractiva y deseada, aunque en ese momento sólo sabía que sentía cosquillitas y “me sentía bien”. Se excitaba él y me excitaba yo. Entonces empezamos a  explorar nuestros cuerpos. En el cine, en la escalera de su casa, en la de la mía; cuando alguien se descuidaba la cosa se ponía caliente. Me gustaba verlo y que me tocara. Él si sabía  cómo tocar “mi colita” y  SÍ, se sentía rico. No llegamos al coito, los dos nos queríamos esperar. Pero… uuuuf que buenas tardes pasamos descubriéndonos. Por supuesto ¡Desnuda, jamás!
Fue una buena relación, solo que empezó a ser muy celoso. De pronto  pensaba que me hacía el favor de  andar conmigo (lo pensaba él y en honor a la verdad, también yo) Y me convenció en algún punto  de que Él era  el único que me iba a querer, y sentenciaba: “porque yo te quiero como estás y tú sabes cómo estás”…  Si, gorda.
Bird-house
Lo terminé, le rogué, volvimos, lo volví a terminar y se me borró del mapa. Me obligó a cerrar el ciclo.
Pasaron dos años de convivir con Miguel y que Miguel terminara con su novia, (Miguel es el mesero del restaurante). Un día que mis papás no estaban y después de muchos “me encantan tus ojos”, nos besamos. Después de ello cada día, todos los días que iba yo a trabajar. Me gustaba que  me abrazara por detrás para sentirlo “a la discre” y que pusiera sus manos en mis caderas antes de voltearme a besarlo. Sólo fueron besos, pero muchos, intensos y  laaaaarrrgos besos.  El restaurante cerró, le perdí la pista. Me  fui del país a estudiar a Nueva York de intercambio. 
Había escuchado que nadie  que se iba de intercambio  regresaba virgen y yo iba dispuesta a ser la excepción. Mamá me enseñó que las que se acuestan con el novio son putas, un remate perfecto cerraba la frase: “porque dudo mucho que se vayan  a rezar”.



domingo, 5 de julio de 2015

Cada cosa que vez tiene su Derecho y su revés... capsula informativa

Por si quedarán dudas... tu cuerpo es tuyo... más y más de lo que ves.


Gracias abuelas
Al estilo de las nuevas abuelas irreverentes, indómitas y libres
Gigantes ellas "cómo el iceberg en tu cuerpo"

sábado, 27 de junio de 2015

Serie los Archivos secretos de G.A: primaria-primero,

Primaria- primero, Ya luego la secundaria...
Mis amigas de la primaria se reían porque “no se quién”   parecía “prosty”  y al hermano de Adriana, Ramón, le habían encontrado un CONDÓN en la mochila, yo también me reí. La verdad  no tenía idea de qué hablaban, ellas tenían hermanos mayores y sabían muchas cosas.
     Mamá siempre me dijo que no les creyera  porque podía malinformarme y repetía constantemente que si tenía dudas le podía preguntar a ella.  Me contó que una “prosty”  era una mujer que vendía su cuerpo  y que un condón era un plástico  que los hombres se ponían en el pene para no enfermarse. Para no enfermarse, ¿¿¿Cómo??? Nunca nos habló del coito  pero eso lo aprendimos en la escuela  a través de los libros, aclarando.
     ¿Qué les pasa a las mujeres cuando se excitan? Me preguntaba Rodrigo y yo me ponía de mil colores, pero no sabía. Ellos amanecen  con el pene erecto  o de repente los sorprendía la erección en medio de la clase en la secundaria.  ¿Y a nosotras? ¿A nosotras que nos pasa? Digo entendemos y aprendimos que lo que nos pasaba  era la “molestisíma” regla, que de repente  nos hacía pasar  malos ratos  manchando las sillas pero que también nos servía de pretexto  perfecto para saltarnos la clase de educación física. Eso no se lo pregunté a mi mamá y para ese entonces todavía no me compraban  compu, así que me quede con la duda. Greta Garibaldi  le contestó  “a ustedes  casa de campaña y a nosotras alberca”. No entendí nadita.
A los 14 años  conocí a Ricardo en una sala de “latinchat". Parecía  un buen muchacho y le gustaba hacer poesía (memoria inválida, este fue después).
Primero conocí a Abraham, el platicaba con mi hermana. No recuerdo  si ella o yo nos pusimos Lucy. ¿Cabrá aclarar que era peligroso dar  tu nombre verdadero en una sala de chat?  Lo conocí en persona  y al segundo intento  “salíamos”. Un día  me pidió en el cine que le diera un beso ¡¡y se volteó,  se lo di en la boca!!!
     Adriana y su hermana nos servían de chaperonas, por si alguien que conociéramos  se veía “mala persona” ellas pudieran pedir ayuda.  Salimos muchas veces con Abi, así le decía, pero nunca le dije que  sí quería ser su novia, siempre le dije que no.  Ser novios es para casarse ¡y yo tenía 14 años! Nos dimos besos, muchos, y ya entendí  lo de la alberca. Se cansó después de tantos intentos  y nos dejó de buscar.  De ahí fue que conocí a Ricardo… y me dio un poema en Centro Magno (un centro comercial de Guadalajara). Tuvimos que entrar al ciber para platicar porque yo estaba muy nerviosa y no le hablaba casi nada. Yo tenía  ya 15 primaveras.
      Un día fue a visitarme al restaurante de mis papás, fue el día en que  Celeste me  avisó que José Luis, aquél chico del Kinder (el de "yo te enseño y tu me enseñas"), había tenido un  accidente de coche en el que falleció. Entre la alegría y la tristeza, mamá,  sin consideración alguna, me dio su punto de vista sobre José Luis. A mamá no le cayó bien, hasta  le dijo “Chango”. También pasó  el tiempo y después del concierto de Hombres G,  terminamos. 
     A mi me gustaba  uno de los meseros del restaurante, era lindo y me admiraba mucho, ¡pero nada, tenía novia! ¡¡Y por supuesto ERA MESERO!!.
     Después de un rato conocí a León, mi primer novio, (¿Que si lo conoció por Internet? Eso te lo cuento en un rato más... Los nombres dentro de este laberinto histórico y además sexual, han sido cambiados para respetar la privacidad ;) )

martes, 9 de junio de 2015

Serie: Los archivos prohibidos de G.A:

"Del Hijab al bracilian"
La historia sexual de G.A, (Parte Ia: autorizada su reproducción)
Ilustración:
Beatriz Martin Vidal
"Nadie te puede tocar", era la frase favorita de mamá, desde que tengo uso de la razón. "Ni tu papá, ni tus primmos, ni tus tíos, ni nadie". Siempre se refería a los varones. Con esa frase y la prohibición de quedarme a dormir en casas de amigas que tuvieran hermanitos o papás en casa pase mi infancia. Sabía que el pene se llamaba pene,  pero nunca supe como se llamaba "mi colita"
Pese a las advertencias de mamá mis primos  vieron "mi colita" y yo su pene, eramos curiosos y tendríamos entre 5 y 8 años (¿Yo te enseño y tu me enseñas?)... y así también me enseñaba "su pilin" José Luis en 3ero. de kinder... Detrás de la tiendita.
Y no fue mucho más tarde cuando mi primo mayor Beto fue a "conectar" el atari a la casa  y cuando mamá se descuidaba el nos hacía tocarlo por encima de la ropa a mi hermana y a mi. Hasta que un día le bajamos los calzones y nos fuimos del cuarto. Estaba apenado ¿Creería  que estaba bien  a hacerlo con ropa y no sin ella? ¿Sólo desnudarse es incorrecto ante  niñas menores de diez años?. Nunca le dijimos nada a mamá mientras fuimos niñas y ahora de adultas no nos creyó.
Ilustración: B.M.V
Entre esas experiencias  y el "nadie te puede ver" y "nadie  te puede tocar" se fue tejiendo un armazón. No podía concebir la idea de que alguien  me viese desnuda, nadie.  Mucho menos cuando empezaba  a ganar peso. Si la comadre "Maru" nos invitaba al club Atlas era para mi incomodisímo ver a todas  las mujeres, niñas y demás adultas desnudarse juntas en un vestidor. Yo me cambiaba  en el baño, dentro de la regadera o donde nadie me viera y también donde yo no viera a nadie, repito la desnudez era incomoda para mi.
Las constantes críticas a mi cuerpo nunca faltaron, de hecho siguen haciéndose  presentes día a día, me servían  en aquél entonces  para recordarme que NADIE  debía verme desnuda y que NADIE  podía tocarme.
Empecé a "desarrollarme" antes de la pubertad o debo  decir la pubertad comenzó temprano???. 
Mamá siempre fue la que nos hablaba a Ale y a mí de sexo. Yo sabía qué era  la menstruación y que los "pañales de mamá" no eran para hacer pipi. En un viaje a Manzanillo nos bañamos juntas y me explicó  como era que las mujeres   teníamos una "telita" en la "colita" que era muy delicada y debíamos cuidar, si, ella se refería al himen.
Ilustración: B.M.V
Mi primer  período, no me tomó por sorpresa, yo lo sabía TODO! (según yo, pués) y recuerdo que fue un 28 de diciembre de 1998. ¿Qué tal eh? No me sentía  rara, ni llorona, ni todo eso  que me decían en la escuela, qué era el PMS, por qué aunque mi escuela era muuuy católica, si nos daban educación sexual.
...Este cuento va estar largo...

(¿Y si tu que lees también escribieras tu historia sexual... así desde el principio de tus memorias?)

domingo, 17 de mayo de 2015

¿Dónde están los genitales en preescolar? "Lo que no se nombra no existe"

Deseo con todas mis aprendizajes que los niños y las niñas, cómo bien dicen en Alicia en el país de las Maravillas: 
"Nunca pierdan su Muchosidad"

Las niñas y los niños del grupo de preescolar IIa. se enfrentan por primera vez a la palabra genitales, el grupo completo no reconoce la palabra como algo descriptivo en  el cuerpo que son.
 Frente a la pregunta ¿Dónde están los genitales? algunas respuestas descubren la ignorancia y la ocurrencia en ellos y ellas:
¿Dónde están los genitales?
-Isabella: "Son unos animales que están en la basura junto a las cucarachas..." el grupo hace silencio.
-Carlitos: "No. no son animales, mi mamá si tiene, pero yo no".
-Owen: "Yo si tengo pero los dejé en mi casa".
-Maia: "Yo  los tengo en la cabeza"....
Con cada respuesta mi voz hacía eco volviendo a preguntarles ¿En la cabeza dices?; la locura y mi sonrisa se suspenden cuando intervino  Dario:
- "Pero oye, ¿Qué son Genitales?"
Ahora sí podemos hablar de lo que son sus genitales, ahora si su cuerpo se nombra,
En honor a Fina Sanz :"Lo que No se nombra no existe",  por una educación inclusiva, una ciudadanía respetuosa, libre e informada trabajemos por el derecho a educar de manera laica, consciente y en favor de reconocer los  Derechos Sexuales en ellos y ellas  ¡tengan la edad que tengan!. 

martes, 5 de mayo de 2015

Noches de 2 menos 1 =

Alergia a la Humedad
Erika Kuhn
Hay noches que elegimos que se escurran como agua entre los dedos, en las que renunciamos al calor ofrecido por la vida continuada.
 Hay noches que no vuelven, que no tuvieron caminos para ser recordadas, planas, grises, tibias; 
Hay noches que no encierran amorosos desencuentros, ni tampoco discusión, 
Hay noches que aprietan la desazón y sacuden la polilla del silencio cómo única respuesta, que brillan en la renuncia a la compañía cómo un berrinche imprevisto disparadas cómo bazucas dolorosas después de un día turbado o apretado, individualizan la cama y aturdidas no encuentran caminos para amanecerse;
 Hay noches en las que  solamente me abrazo a mi fuerza y deserto la atracción a tu cuerpo tibio, en las que procuro mantenerme lejos del drama del desprecio y del silencio;
 Hay noches en las que sólo el sol se abraza a la luna y hasta qué el Sol toma su turno para brillar y la noche se termina la ausencia se larga...
Buenos Días, 
Buen día... (cualquier día)

sábado, 25 de abril de 2015

Los verbos de Beatriz...


Hace ya tiempo que en esta mujer habita la gracia de vivir denunciando, soñando, pensando y siendo lo que hace. Ella repara los excesos mientras cocina, ella cobija mientras escribe, ella le ama mientras nos ama.
 Ella persigue mientras teme, ella llora mientras escucha, ella plancha lo que sea mientras busca, escribe complicados textos para su tesis, describe complicados caminos sobre los descuidos  de quiénes cuidan de otros y otras. 
Hace ya tiempo que aprendo de su andar, hace ya tiempo que le busco cuando no me encuentro, hace un corazón que la persigo cuando se miente, (persecución incesante... hasta que se escucha). Con el tic-tac del presente extiendo a su anciana interior una reverencia de respeto y amor.  A su fina sabiduría, a su entereza una capa de humildad las cubre y yo las miro desde mi latido; Hace ya tiempo que  su camino transmuta de joven a vieja, de vieja a joven, y aunque no para de cambiar siempre vuelve a sí misma al paso de la cumbia norteña; Ella duerme en sus silencios y despierta con sus gritos de rabia, Ella me recuerda que las ideas son viejas semillas mágicas que se siembran en la mirada,  se riegan con la cotidianidad y  se limpian con la verdad.
Ella simplemente ha elegido vivir...

lunes, 30 de marzo de 2015

Fascinación por las palabras

Noem...
Es la hora de recreo un hermoso, verde, soleado, y amplio espacio es el escenario para el recreo de niños y niñas de entre 4.5 y 6 años a penas estrenados:
Karen tiene 5 añitos recién cumpliditos:
Se acerca a su mujer de confianza y dando sorbos al vaso de agua entre sus manos le dice:
-¡¡Ah mira esa Ana Sofía traviesa entrometida... jajaja!!
-Ella le acompaña jajaja ¿Entrometida? le dice, ¿Qué quiere decir entrometida Karen?
-Karen la mira y le responde sonriente: No lo sé... esa palabra me gusta tanto, y tanto... jajaja también a mi hermano le digo "travieso entrometido".  (Comparte su devoción por el lenguaje) -Y a ti cual palabra te gusta más??

domingo, 22 de marzo de 2015

El viejo de pasos lentos y la caída de su ángel Joven

La calle totalmente obscura, la poca luz provenía del semáforo puesto en rojo, los rostros de los conductores lucían cansados, sombríos apagados, un día casi como otro terminaba dentro de una semana cualquiera.
 Un anciano atravesaba la calzada  con sus pasos lentos, como amarrado por las rodillas, cómo entumidas sus piernas, cómo ramas invernales. La escena refrescaba mi noche, sus zapatos tan gastados como su andar, las cintillas se habían roto y no sujetaban la piel de las botas a la piel en sus tobillos, sus pies cenizos desprovistos de calcetines, el frío le hacía apretar además sus brazos al torso. Un joven aparece cómo de la nada, dispuesto a ser el  ángel para el anciano,  sin más, sin voz lo toma por el codo para ayudarle a subir la banqueta más próxima, el anciano siente la piel joven, la energía y la fuerza inevitable en su codo rígido y delgado... cae, el  joven intenta sostenerle, fracasa, se resbala de sus manos  y le ofrece un giro más a su caída; el joven se muestra desmejorado y como viejo repentinamente con cada giro del anciano,
su esperanza se pliega, el viejo se desliza hasta el asfalto. Inevitable, el viejo termina su caída, el joven deja caer su llanto y con vergüenza  levanta el cuerpo arrugado, le mira con los ojos húmedos, el anciano sostiene la mirada y en el cruce de calles y en el cruce de miradas (esta vez) acepta el soporte sincero del joven-viejo. El cuerpo no miente, no se equivoca, la sorpresa del anciano  me recordó que  lo inesperado a veces  reclama humildad y reconocimiento.

martes, 10 de marzo de 2015

Dormimos Juntas?

Fujikawa
En la infancia al llegar a casa de mi abuela materna sí entraba sin saludar con beso en la mejilla a mis tías, ellas invariablemente me espetaban señalando en voz alta: "¿Qué Dormimos juntas?" Acto seguido yo completamente avergonzada ofrecía un abrazo compensatorio y un beso sincero. Francamente nunca pude dar mayor sentido a la frase, vibraba con el acento de la sanción y atendía a la necesidad de atención personalizada. 
Ahora lo comprendo y entiendo la liosa tarea de levantar cada mañana renovado y fresco al sentimiento de gozo y privilegio de dormir junto a alguien. 
Fujikawa
Es una faena digna de un ¡Olé! el que cada amanecer entreguemos a quién nos ama la certeza de que hemos dormido juntos (juntas) y de que elegirlo fue algo maravilloso, irrepetible y único, y en una pirueta de malabarista viejo el vaho de las palabras sisea  intimidad, cotidianidad y correspondencia. 
 Quizás ahora familias de almas completas en mi país, no han vuelto cobijarse con la  convicción de que la aurora está en calma y perdieron la creencia de qué el  corazón tiene verdades infinitas escondidas...Por qué no las encuentran, no las hemos encontrado, y se preguntan a cada momento en las noches obscuras para el corazón, entre personas desconocidas y latidos familiares:¿Qué... Buscamos juntas?. .(Y con la mirada cansada les aseguro que sus noches oscuras y solitarias son nuestras noches, como dice el clamor callejero tengan por seguro que si no nos dejan soñar no les dejaremos dormir)
Hago una petición al Universo especial para mis tías maternas: que sus almas de noches complejas se acompañen de amor sincero, libre y sin culpa; que en su alma la aurora se permita dormir en junta con la esperanza y la lucha; que su mirada se encuentre con el vacío del que nada tiene y se llenen de la dicha de dar... 
Fujikawa
(Si descansas el pecho entre el aroma de un cuerpo reconocido, mantente presente entre el calor de las sabanas, como en la cuerda floja sostén en una mirada la complicidad y simpleza de decirnos con las caricias fugaces y presurosas¡¡¡¿Qué? ¿Soñamos juntos?!!!)