jueves, 27 de diciembre de 2012

Parir muelas sin sala de emergencias

Insoportable resultó el menú de placeres gastronómicos que usualmente las familias mexicanas disponen para el festejo del renacimiento. Y las mías por supuesto dispusieron sus propias cartas fuertes para la cena y la propia fiesta de la navidad, hasta di mi aportación (En cuerpo y alma) con los postres caseros.
 Además aprendí que un dolor de muelas indescifrable, de esos que no sabes si te duele la encía, la cabeza o ya pudriste todas tus muelas traseras, bien no importa, no importa que tan indescifrable sea tu martirio bucal este no será considerado como mortal y sencillamente no es considerado como una emergencia médica. 
      Por lo que no pueden recibirme en mi clínica y darme la cura inmediata para terminar la tortura de simplemente despertar o sencillamente mirar el chocolate con el rabillo del ojo, nada todo era una tortura hasta cepillar los dientes y decir a todo pulmón ¡Feliz Navidad! con la boca bien abierta y a viva voz, sencillamente imposible. Con una cara de tan pocos amigos y nada de festejo, ni cara de recalentado feliz (Del banquete navideño siempre basto, se come durante un par de días más. Eso es el recalentado) 
     Por otro lado aprendí que vivir día y noche tragando analgésicos no tiene ninguna complicación, benditas sean las drogas que me alejan de la realidad cruda y del dolor de muela. Después de hora y media de espera, repartidas en dos clínicas dentales vino el diagnóstico: la muela del juicio viene acostada, empuja con fuerza a su vecina y tiene suficientemente claro que quiere aparecer,  suficientemente la señora encía y yo tenemos claro que me roba el juicio, y el temple a mis placeres bocales y mientras  no exista la cita para la cirugía viviré dopada, adueñándome de mi recuperación y absolutamente responsable de mi oportunidad para vivir feliz. 
     He comenzado con el  intrincado camino de ver mis posibilidades reales para ejercer la vida que elijo así que haciendo caso omiso a aquéllos argumentos saludables sobre el dolor físico y la lectura del cuerpo, elijo la evasión del malestar y la responsabilidad de agendar la cirugía y hacer parir para  morir a la condenada muela que me roba el juicio.
¡¡Felices momentos para planear, para desear, para abrazar, para dar, para saborear, para estar, para irse, para soñar, para flojear, para recibir, en fin Felices  fiestas de fin de año!!

martes, 18 de diciembre de 2012

La salud de las expectativas.


http://sandyglu.blogspot.mx
 (todas las imágenes)
Cada sexenio millones de expectativas son depositadas en el umbral del  partido político y a los pies del señor Presidente ilusos ciudadanos confían sus más obscuros y corruptos deseos (Este sexenio con este presidente así es), cada año miles de millones de expectativas y deseos son albergados a nombre del año nuevo y ahora parece muchos más millones de temores están al alba de la "nueva era maya". Durante días cuidamos que el espíritu   geste expectativas a largo plazo, algo así como metas poderosamente buscadoras de la realidad.
Ya tiempo atrás aprendí que clarificar las posibilidades nos ayuda a dar buen Trato y también a recibirlo, decirle a la otra o al otro lo que pienso, lo que quiero, y lo que necesito evita de manera auténtica las interpretaciones que tan malagueñas se posicionan en la fantasía y en el juego del deseo.  
Evita las interpretaciones pero no garantiza el cumplimiento de las expectativas. La madrugada de hoy lave pacientemente el moho que se anida en las esperanzas de mi yo, volví a desinfectarlas, y desterré todo lo que me permite inventarme supuestos que me cuento y que al parecer son sólo míos. 
La salud de las expectativas estriba en volcar con el  otr@ sin temor ni congoja los deseos y las ilusiones que involucran a quien nos rodea, que no son individuales, es decir aquéllos que no tienen que ver exclusivamente con mi voluntad.
http://sandyglu.blogspot.mx
Al decir, escribir o expresar de alguna manera "lo que yo creí que pasaría, lo que yo pensaba, o lo que yo deseaba" con esa forma de mi decir encontrar en el camino sí podemos coincidir, si no sabemos si queremos o podemos hacerlo, la salud de las expectativas  está ahí en el desconsuelo de la verdad de quien nos escucha, en la garantía del compromiso, en la sonrisa de la confirmación, en la desesperanza de la respuesta pero sobre todo está puesta en el desahogo de esperar... de dejar de esperar.