domingo, 27 de noviembre de 2011

El mago de oz

 En algún lugar al final del arcoiris


Yendo de un punto del análisis a otro encuentro que mi cuento preferido (Sigue sin princesas) es el Mago de Oz,  por cierto no lo tengo en mi librero. Y mi yo es tan versátil que todos los personajes "me dan pie para salir a escena con ellos puestos" ¿Así se dice Marisol, ahí aplica la frase?.  
Es posible que  el corazón, el cerebro y el valor personal  incluso cuando no encuentro como hacerme de piso firme tengan sus momentos de lucidez, de placidez y de certezas, es posible, es posible incluso qué por el momento  pareciera que sigo sin bajar del tornado... Incluso es posible que siga sobre el ojo del tornado sin saber a que tierras llego. Y por acompañar apesar de lo que se encuentra en el centro del tornado, ¡¡muchas gracias!!,por escuchar, hacer ver, y hacer oír ¡¡muchas gracias!!
Gracias por el abrazo cuando muero de frío, 
por las tareas cuando la soledad me abruma ¡¡Much
as gracias!!
 por apoyarme con mi escombro ¡¡Muchas Gracias!!, 
por el temple para esperar a que me mire las patas ¡¡Muchas Gracias!! 
Pero sobre todo de corazón gracias por mostrarme que no hay magos... por escucharme cuando me digo "No hay magos"



viernes, 25 de noviembre de 2011

Un bes-oso-zo

Donde sea que estés
se que estarás abrigado como tu sabes abrigar;

Se que estarás acompañando con la compañía que sabes abrazar;

Se que me escuchas en la distancia


Se que ha sido complejo cambiar, y cambiamos lentamente... (aunque a ratos no lo parezca)

Se que harto te extraño, y que un nudo me ahoga mientras te escribo.

Se que me correspondía sentir el aire de tu aleteo

 Se lo que nos representas

Se que creceré...

Se que por el momento no puedo escribir más...

jueves, 24 de noviembre de 2011

Dar y restar

Debo admitir que el lugar donde trabajo es un sitio generoso, abierto y parlanchín. Sin embargo está repleto de mañosas  lobas de mar, de corazones de gallina vieja que hacen correosos los caldos. De manera que recibir y dar se convierten en una historia difícil de contar no por ello desnutrida, sólo digamos densa.
Erase una vez un Centro de Desarrollo Infantil que esperaba la llegada de la navidad, preparaba el christ-mas con gestos impuestos de "detalles diarios", sin embargo la imposición no traía consigo reglas que cuidaran los frágiles corazones, estos latentes músculos estaban enfundados en hojas de lata, de plata y de cartón  pareciera que ningún músculo latía al "desnudo". 
Las manos se abren para recibir el "gesto-christ-diario" y casi al mismo tiempo  la lengua se desanuda con un hilo que corre presuroso como si fuera de media, suelta frases que empequeñecen el sabor del gesto y hasta la más dulce de las golosinas sucumbe frente a la amargura de la mañana. 
¡¡Que despertar amargo el de cada golosina!!, 
¡¡Que espíritu cansado se asoma de la canasta que anida los presentes!!,  entonces ocurre que quien entrega y da siente vergüenza  de elegir, de elegir partiendo de lo que se es, con lo que se cree que se tiene  y ocurre que  hay quien piensa que su guión es la queja negra y obtusa y siente la imperiosa necesidad de salir a escena a practicar sus líneas de enfado, repartidas como quisquilloso confeti. 
La danza de la inconformidad dio su banderazo de salida, la pista quedo inaugurada. Ningún bailarin podrá quedar conforme, niguna bailarina sentirá el gozo de abrir pista y recibir admiración y aplauso. 
De pronto algunos y algunas protagonistas de este cuento comenzaron a darse cuenta de que la fiesta se veía ensombrecida por nubes cíclicas y costumbristas,  se cuestionaban si podrían llegar a la meta con energía para disfrutar, o llegarían sombríos y sombrías  con la espada  en el puño, con desgano respondían: "será... será  lo más seguro, llegaremos a la tierra de la fiesta sin querer dar, sin querer recibir, resentidos y resentidas". 
No tienen ni idea de que hacer para deshacerse de los guiones de perdida, de malestar, de inconformidad por lo que sugerimos que cierren el pico, que detengan  la lengua, que no le compren más medias ni le den hilo de acero, no le den lugar a ese órgano tan amante de los sabores fuertes, tan amante también la lengua de los sinsabores, amarrar la lengua para educar a los pensamientos, educarla hasta que el corazón  rompa su cáscara a lágrima viva o franca carcajada, perdón quise decir capullo. 
En ese lugar no se dan cuenta del congelamiento, no se dejan enternecer, no se ríen de los christ-diarios; ahora toca comenzar el verdadero  camino del auto-control, de reconocimiento a lo diferente. Dar vuelta y cambiar el camino es complejisimo, probablemente la gente de este lugar no lo logre en esta fiesta.  
Erase una vez Un Centro de Desarrollo Infantil que no sabía cómo tirar por el excusado los latidos amargos de la envidia, los celos, el conformismo y la quietud y que en la penumbra "del que cree que lo tiene todo y que lo sabe todo" dejó de buscar  un latido más libre, armonioso y dulce, y ahora colorín colardo la chamba ha comenzado.

martes, 22 de noviembre de 2011

Natilla de chocolate fría y en la estufa

Mientras espero a que el cargador libere las pilas de mi cámara, la natilla de chocolate en la estufa se enfría. He preparado una receta "casi" como decía el sobre de polvo de "atole de fécula de maíz" sólo incluí una cucharada más de azúcar, cocoa, azúcar glas copeteada, cosa de nada. No puedo resistirme a la tentación de alterar las recetas, aunque sea la primera vez que las preparo. De hecho este atardecer preparé una receta que jamás había comido en casa, es decir siempre comprada en el supermercado. Gustosa, segura y convencida (hace tanto no sentía este efímero aleteo en el pecho y la panza) de que mejoraría con mis aportaciones pero inquieta por saborear mi imprudencia.

 La natilla está terminada, y de pronto saltonas preguntas en mi cocina:  ¿Que sentido tiene medio litro (¿o kilo?) de deliciosa natilla sin compartir?, si me la termino me dará un coma diabético, la guardaré en el refrigerador. 

...Al refri.
La inspiración de mi fogón ni siquiera asomó su deseo de venir a probar, ¿Debo llevarla yo? espero que no, por que mi ánimo se desalienta, mi desazón aumenta cuando su deseo se camuflagea de indiferencia, de distancia, de individuación. Entonces vienen mis jalones de orejas, me reclamo "A su esquina seño, que no hay pan duro para usted" y no siempre encuentro mi esquina, lo que encontraré es la forma para llamarlo HASTA que sepa que necesito, sin laberintos ni adivinanzas ¡¡vaya tarea ¿no?!!, en la misa católica responderían: "Es justo y necesario" .  


"Cucharita sin chispa"
Mi cómplice vive demasiado lejos (En distancia transporte público= no llegarás a tiempo) la amenacé "mmm ojala te toque probar, quedo deliciosa". Ella sólo se ríe y muestra su deseo cordial de probar. Pero no vendrá, no la comerá recién preparada. (Supongo que las chispas han perdido su forma pachoncita y puntiaguda).

La familia "Titos" pues mejor ofrecieron pagar mi taxi para llevarles la delicia del postre hasta su honrosa mesa antes que venir a mi portal  (nuevo y que aún no traspasan). Tampoco vendrán, el más pequeño de los Titos ni siquiera sabe que es una natilla, le aseguró a su madre: "me ha hecho una ladilla" jajajajajaja, jajajaja; su madre le espeto: "esas te las darán las chicas si no te andas con cuidado", jajajajajaja, jajajaj. Tampoco sabe que es una "ladilla". Aquí los espero con un cuento sin leer y la natilla sobre la estufa. ¿Ya dije que hoy no vendrán?. 

Una receta corregida y aumentada, el gusto de preparar algo sobre la estufa, el dpto. callado y limpio, mi cara tiene puesta una mascarilla, mi templé lleva atado una cuerda, la receta se enfría, mi ilusión de compartir  también, ( y ni siquiera puedo jugar a que Osito Carlitos la disfruta, tampoco vendrá)

 Creo que pondré las pilas a trabajar ya se recuperarán cuando se pueda, o cuando yo no quiera tomar una foto. Aprenderé a disfrutar mis ocurrencias en solitario, sin esperar "bules para nadar". Aunque de vez en cuando vaya que liberan la diversión, la compasión, la conversa, la calma, y la reflexión hoy no hay bules ni estoy nadando, hoy sólo natilla en la estufa.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Té corto para dormir



El té que preparé para dormir  se distrajo de su misión y aquí estoy envuelta en pijama a la mitad de la cama, sin pegar la mirada al cansancio, sin el sueño que repara.
 El té que preparé para dormir se burla de mi  junto a la lámpara de noche. 
Quizás por que ya casi amanece.


Nostalgia en 15 segundos...


miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿La revolución se conmemora o se festeja? ¿Al principio o al final?

Hace días que me cuestiono sobre el festejo nacional de la revolución en realidad, me cuestiono aun más por mi propia revolución, y sin encontrar por dónde termino preguntándome qué países y personas festejan la consumación de la revolución. ¿Cómo engalanan la conciencia de saberse distintos?

Y me invaden días de disturbios, de conflictos mundanos (económicos), y días en dónde pareciera que yo provoco para mí obstáculos en el camino. Y sigue sin alcanzarme la energía para equilibrar las carencias de las sobradas actitudes viejas en mí. Y de nuevo la tristeza me aprisiona la razón y se me entripa la nostalgia y se me cansa la fuerza y la cama me tira zarpazos después de gritonearme ¡¡Más allá de la mitad ni te muevas!!.  

Subo a mi bicicleta, recorro el periférico de mi ciudad, peleo con los autobuses para probarme una y otra vez que el esfuerzo puede acariciar las sensaciones de logro, que mi camino diario toca la meta. Así nomás tocar la meta sin que tenga que revisar si esta sensación es  un logro, un diminuto paso o una vieja reacción de temor. El camino hasta el trabajo me permite abrazarme a una mañana en dónde puedo ganar, ganar-me en el camino de todo esto que a ratos nombro como "mi revolución, mi proceso".

Frente a tantos "desgraciados, ocupados, indignados" el hastío marca la pauta para romper paradigmas desgastados y apestosos y entonces toma sentido que mi proceso se convierta en un camino lleno de líneas en zig-zag.
Fotografía 
Carlos E. Ortega Medellin.
Me perdono la más grande de la cobardías, me perdono comer helado cremoso a las 2:30 de la mañana, me perdono pedir dinero prestado, me perdono los errores cometidos. No me había alcanzado la exigencia y la razón para darme cuenta (dolorosamente) que la revolución le demanda al corazón la razón que disculpa, también el perdón es indispensable para echar los pasos adelante, para distinguir el dolor de la vergüenza, para reconocer la rabia, el enojo o el propio exilio. También me perdono para crecer, me  perdono las ofensas hacia el, hacia los otros y las otras y hacia mi.

Fotografía
Carlos Sánchez Pimienta
Y si de pronto no encuentro como pagar las facturas endosadas, entonces debo abandonar el buró de crédito, ¿Si no hay como pagar, Habrá forma alguna de reparar? Hoy lo siento hasta en el monedero, las consecuencias de mis descuidos han sido sancionadas y las que he querido las he pagado y las que no he querido han sido cobradas. Si no lo puedo pagar me niego al cobro desmesurado de la culpa.

Es complejo el auto-respeto me demanda sobre esfuerzo, me demanda jalar los gatillos a quema ropa, me demanda saciar el hambre de compasión, se exige auto-reconocimiento. Críticamente deberíamos educar y festejar dos momentos cuando de revolución se trate, así el inicio podría conmemorar la fuerza de romper con lo establecido, pero si educamos además  en el reconocimiento de "lo diferente", no lo concluido, lo diferente, (aunque caótico o ¿Debo decir por ello caótico?) repito, si educamos para  saber reconocer los indicadores que subrayan lo que ya no es... es decir los indicadores de que la revolución sigue su curso y ofrece sus frutos, entonces la auto crítica va dando paso a la cotidianidad irreverente y llena de sorpresas ansiosas por ser DIS-FRUTADAS.
Es más me perdono publicar este post sin darle una nueva leída...

martes, 8 de noviembre de 2011

Experimento ¡¡COMPARTTTTEEEEE!!



¡¡COMPARTE, COMPARTE, COMPARTEEEEE!! Gritaba mi sobrino, su cuerpo doblado hacia adelante, su mandíbula y dientes apretados  y sus manitas empuñadas decoraban la escena, tenía tres años y  frente a la desesperación que provoca el deseo podía reclamar una conducta de convivencia y disciplina para el alma: ¡¡COMPARTE!! . 
También lo hacía reconociendo la claridad de las ventajas de compartir, de darse y de preveer la posibilidad de recibir. Por lo menos a los tres años parecía tener claro que si Él cedía lo suyo, en algunos momentos podría tener lo de los demás. Sin falsas humildades, sin dobles intenciones, solamente entregando con libertad puedes gozar del placer de recibir a los otros y  no sé si solamente con la franca vivencia de la reciprocidad las manos entregan, las ideas se encienden, las palabras se mecen, el hambre se calma, el corazón se sosiega, la empatía hace click y la conducta se humaniza. No sé si sea suficiente albergar en la panza el recuerdo de haber sentido agradecimiento, o la soltura de merecer para dar y quizás haga falta también para humanizarnos la conciencia de haber sentido el logró de dar lo que JUSTO   EL otro o LA otra necesitaban.
El proyecto de esta organización nos muestra la natural habilidad de dar a otro cuando hace falta, de dar y de recibir ¿Alguno se negó a mordisquear su trozo de pan?  lo veo y domino mi soberbia y recibo, recibo, recibo...
Y ahora entre el estrés de que la quincena me alcance confío en mi capacidad para COMPARTIR...me. 
(Aquí si alguien gusta tengo lágrimas escondidas en la nariz listas para ser compartidas, llevan el día entero con prisa de asomarse ¿Gustan?)

lunes, 7 de noviembre de 2011

A mi me da hambre cuando despierto


Ahora lo entiendo la cocina orquesta sus razones, la estufa tiene sus motivos, la cafetera mantiene sus suspiros, el refrigerador conserva sus esperanzas  y la lonchera toma de su asa al termo cafetero y juntos desde su esquina se mantienen en estado de alerta para abordar su pasaje en el tren del día. La orquesta lo comprende de lunes a viernes el clima mañanero es distinto, cada uno tiene boleto de salida, cada uno tiene su lugar en el taconazo de la mañana.
 ¿Preparar un refrigerio antes de salir? Lejos de ser un hábito es un idioma escrito contigo, y no puede ni voy a convertirlo en una encrucijada de decisiones contundentes. Podrás tomar el refrigerio, podrás consumirlo o dejar de hacerlo, podrás recibirlo o negarte a el; Podrás participar o ingeniar el menú junto conmigo. Pero no podrás bajo ninguna estrategia ni motivo consumir el principio de mi “hambre al despertar”.
 Hubo una vez algunas mañanas que abrieron apetito a lo que hoy por hoy es el hueco en mi panza cuando despierto. Y entonces ahí estarás “el Dios de alguna” sabrá por cuánto tiempo más, pero estarás… pasé lo que pasé marcando el banderazo de salida a este hoyo que se me siente en las tripas  cuando la cama se me despega…Ahora me da hambre desde que despierto y  preparar un refrigerio antes de salir es un aprendizaje de corazón amante, y es un aprendizaje consolidado y latente.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Del día de muertos a la vida de los viejos.

 Al final podremos revisar el principio? ...
Los expedientes del jueves


Licha 89 años: ¿No hay cómo morir más rápido?
- Cuéntale a ella lo que descubrí el lunes...
-No quiero hablar contigo eres muy fregona... preguntas y preguntas. Me quise matar, me puse una bolsa azul como el cielo en la cabeza, ya me quiero morir. Son puras enfermedades, estoy muy cansada.
Kiko 91 años:  En los negocios no habla el corazón
-Mi hermana tiene 102 y la otra tiene 104, nos cuidamos bien, el trabajo y la alimentación hacen que el corazón suene como martillo tlas, tlas, tlas
-Los sentimientos como los cuida? 
-Esos hay que dejarlos a un lado, y tratar  de quitarlos, los sentimientos son muy duros. 
-Como le hizo para quitar los sentimientos?  
-me dio diabetes, aunque no sienta uno el cuerpo tiene que sentirlo. A los 90 años mi hijo me robó el dinero que yo le mandaba para que comprará una casa en Nevada, si lo depositaba pero a su nombre. Tuve que echarle abogados y me fui con todo...son toques que da la vida y avisos. 
-cuidar el corazón es una parte muy díficil..
-Nunca he estado enfermo del corazón, se perder pero lo que no sé es dejar que me hagan una jugadita de estas... dar confianza y...  ni modo, tuve que aceptarlo.
-Cuál es su momento más feliz?
-Cuando los niños eran pequeñitos. En Tamazula hay puras comadronas, y yo recibía a los hijos como pelotas, hasta el quinto los recibí hasta que nos venimos a vivir aquí. Antes las mujeres no se dejaban ver por los doctores, ¿Que hace un hombre viendo a una mujer desnuda? La vista y el pensamiento es difícil de avanzarlos. 
-Hay que saber perder eso es todo. No me quiere ya mi mujer, no le hace ¡Adelante!, me encontré una chamaca que se llama Erika tenía 19 años y yo 50, allá en Tamazula me la encontré, iba con mis hermanas, pasó tiempo y la mire con otros ojos, era la sirvienta de mis hermanas, ellas le dijeron "no seas tonta, acepta". Mi padre decía la mentira dura mientras la verdad llega, también me divorcié de ella, también quiso divorciarse, pues ni modo, así sea... 
-Te veo el jueves...
-No sé, ¿Será? Yo creo si, te dije que viviría más de 100
Graciela 85 años: Decir lo no dicho 
-Hacer cosas que no hacen los demás, eso es la locura, eso es volvernos locas.
-¿Que pasaría si abrazamos la locura? (¿si aplico la estrategia de abrazo de contención?, esto solo lo pienso mientras la escucho), 
-Es necesario  afrontar las consecuencias y aceptar que no estamos de acuerdo con las reglas que no se escriben, con lo que se espera de nosotras, con lo que los demás necesitan..
-¿Es parte de la locura o parte de la salud? 
-Es temor a que me dejen de querer y me juzguen mal. Intento pero no puedo soltar ese miedo, lo intento...
-La locura es renunciar al catolicismo  a los 85 años, y descubrir que puedo volar aunque las piernas ya no se muevan más que en silla de ruedas. ¡¡¿¿Ponerme en paz con Dios??, a la porra. Si yo estoy tranquila con Dios!!.
-Abandonar el temor a que nos dejen de querer parece la locura, pero si lo miras bien se convierte en la libertad de amar autenticamente, sin miedo.
-¿Cuándo vas a venir? y ¿me dices si de verás me estoy volviendo loca? Porqué yo soy distinta a todos mis hermanos, porqué tal vez no puedo mandar a volar lo que me enseñaron desde niña.
-Eso te hace loca o te hace diferente?
-Ya no puedo hablar... te espero el jueves que viene. Y dispensame... perdóname. Te estoy diciendo cosas que a nadie había dicho.
******
(Sin expedientes y sin prisa:  He pensado mucho... no hay nada que yo pueda hacer para que tú me quieras más... ¡uuuuffff!! Tú me quieres desde tu propio cuerpo...mente... alma... y tú sabes cómo y cuánto.¿Y yo?, yo te quiero ).


Existe tribilin... o Goofy

Existe un Tribilin emocional que habita en mi interior, tropieza con lo que tiene delante y se le estrella en la nariz la herramienta mas inusual, gira y encuentra una pared que no contempló, camina y se le enredan las patas, habla y a ratos tartamudea, pinta y tira su pintura, pinta y se distrae con la brocha y a veces no encuentra donde ponerla,  lo único que no hace es correr. Y sigo preguntando una y otra vez si existe algún remedio para esta torpeza, (también me pregunto si para la física será suficiente hablarme todo el tiempo). 
Extraña inteligencia también habita  esta desparpajada criatura. Vaya caricatura la que se dibuja!!