lunes, 5 de septiembre de 2011

Mi vida viaja en maletas y camiones de arrastre

Catia Chien
Hace meses que me siento de una central a otra: de un boleto de camión a otro de vuelo y despeje, de un alto de bicicleta  a un pase de patines. No consigo "el despegue" no consigo aletear.  Mientras, la vida cotidiana me demanda tomar decisiones en las que debo empacar y desempacar las ilusiones y con voz firme me repito: "La misión de las ilusiones es morir en el intento de existir" entonces mueren si se convierten en hechos concretos, mueren si se convierten en sabidas fantasías, ¡mueren las pobres ilusiones si se transforman en la realidad soñada!, pero al final mueren. (Menos mal que nacen!!!)
Hoy por la tarde alguien me escribió que era NECESARIO sentirse "pequeño" para poder crecer. En un primer momento me quedé colgada de lo romántico de la frase, después la analizo y la desfiguro para tomarla entre las agujas de la reflexión y tejer mi propia idea sobre ello. ¿Sentirse pequeña para poder crecer? supongo que debe ser así. 
Me digo todo esto otra vez de central en central, otra vez de un pase de autobús a un aeropuerto de opciones. Estas centrales  para parar tienen un letrero gigantesco, luminoso, imposible de pasar por alto, al llegar anuncian: 
"Revise su equipaje, ¿es demasiado grande para usted?".Cómo un coro oculto de vez en vez "La meche" canturrea: ...Cambia el nido el pajarillo, cambia el sentido un amante, Cambia el rumbo el caminante aunque esto le cause daño y así como todo cambia que yo cambie no es extraño, cambia todo cambia... 
 Existe una ventanilla para documentar la esperanza y una cartilla de identificación para la fuerza, a su lado una bascula  echa rayas para el equipaje y por supuesto que si no revisaste las ideas torpes ahí te das cuenta si han engordado. Por los barandales para sujetarte se dibujan las canciones, los libros, las películas, las pinturas, las fotografías (amigas intimas de la nostalgia)  y en el piso donde haces tierra se encuentra la raíz personal e individual como mosaicos luminosos y tramposos. El aire acondicionado para sobre llevar las centrales se compone del viento fresco que sopla la amistad, un sistema de ventilación a veces ruidoso y acusador, se compone incluso de la brisa del fracaso. ¿Fracaso? ¿Sentirse pequeña o frágil para poder crecer, será necesario?
Hace meses que muestro mi boleto, mi pase de abordar o lo que sea, cansada, reconstruyo, construyo, renuevo en este amanecer me doy la bienvenida en cada parada: Aprender a volar... volando. 

2 comentarios:

Gaby O dijo...

Hey! Pues ciertamente todo cambia, y depende como veas ese cambio no? A mi me encantaria viajar todo el tiempo, conocer lugares y gente nueva todo el tiempo. Darme cuenta en el viaje de lo que voy cargando de mas y dejarselo a otro que lo pueda necesitar! Cambiar de maleta por una ligera mochila! Dejar mi huella en las puertas de los baños o mi firma en los asientos del tren! Que sepa el mundo que ya pase por ahi!... Digo yo.

Yumico K. Véliz dijo...

jajajaja me encanto ese deseo de dejar tu huella hasta en el baño, entendí el uso de las crayolas junto al orinal.
Gracias por venir, Gracias, gracias