lunes, 26 de diciembre de 2011

Magia y navidad

 Ir, y venir, seguir y guiar, dar y tener, entrar y salir de fase... Amar la trama  más que el desenlace... amar (Jorge Drexler).

Un par de semanas atrás (quizás sólo una semana) perdí un broquel en la regadera, luego lo encontré y su mariposa no aparecía por ningún lado, hice aseo y el broquel volvió a desaparecer sin dejar su más mínimo rastro. El también lo busco, y nada, no estaba por ningún lado, en ninguna esquina,  y pensar que lo había puesto en un supuesto  lugar seguro. 
Lo di por perdido, ayer en noche buena encontré en una esquina con mugre la mariposa pequeña, color plata, sucia y arrinconada. La vi y la llamé: "Qué haces aquí? ¿Cómo te escondiste tantos días? " la mariposa de plata no me sugirió ninguna respuesta, la tomé y la lleve a la lata de la vanidad; a veces así pasa hay preguntas que no expresan respuestas, ( a veces las tienen pero pienso que no se dan). 
Hoy en otra esquina de la regadera, casi enfrente de la primera ¡¡Apareció el broquel!! parece que buscaba su par,  parece que extrañó la mirada de su mariposa y salió  a encontrarla, o a ser encontrado, parece que lo trajo la navidad. Parece que hoy, digo ayer, fue noche, mañana y tarde de regalos inesperados. 
Esta Noche buena y Navidad me pintaban ensombrecidos, es extraña, nostálgica y entre tanto ruido silenciosa. Pero sin duda encontré rincones que parecían opacos con tanta luz y cariño que me abrazaron contemplando la sensación de la sorpresa y la esperanza. 
Me alimenté de vínculos sin juicios, ni expectativas, abracé con el corazón pleno, aunque temeroso y avergonzado,  dormí entre sábanas amorosas  y cálidas. 
Abandoné la mitad de la cama congelada, renuncié al cansancio de las preguntas, regalé la curiosidad y la inquietud. 
Fotografía:
Carlos Ernesto Ortega Medellin.
Si la Navidad nos hace hacer magia, esta se mueve de un extremo de incredulidad, repetición y ceremonia al otro extremo de candidez, disposición, cocina para el alma, llega y arrulla las preguntas, las hace reposar. Y por un momento dejé de ser deudora, exhume muertos y devolví lo que no era mío. Hasta los sueños volvieron...
Tal vez las esquinas que parecen    intactas empujan a las mariposas a romper su crisálida, a encontrar y ser encontradas, o quizás de tanto buscar dejo de ver lo necesario y dejo de re-visar lo que no he explorado. 

2 comentarios:

The Blue Queen dijo...

Me gusta pensar que cada cosa tiene su propia magia ha pesar de todo.
Quizás como la mariposa y el broquel, el separarse haya tenido algún significado, dejar de ser siempre unidos para volar lejos y ha pesar de todo mantenerse conectados, la magia del amor, una de tantas

Yumico K. Véliz dijo...

Quizás,
Tal vez...
Todo cambia y hoy puedo asegurarte que de nada tengo el control ni del broquel, ni de la mariposa ni del momento en que aparecen... de nada.
Gracias