viernes, 10 de febrero de 2012

Temblar de miedo hasta tocar las manos de la fuerza...

Miedo Miedo es la reacción física y psicológica a la consciencia de un peligro.

El miedo de las guerreras las hace temblar por las noches, mientras de día las hace dictar sentencias ofreciendo compañeras para la soledad y la angustia; compañeras de la soledad cómo una taza de café cargado? ¿una taza de te? ¿Un abrazo inesperado? ¿Una invitación sin agenda? compañeras de la soledad y la lucha son las palabras que hacen ideología. 
Y si el miedo de las guerreras no consigue salpicar la conciencia y abrir la boca para decir a otras y otros: "¡¡Tengo mucho Miedo!! entonces la ideología se baja del barco y agrieta los pasos y tambalea la solidaridad y transparenta "la identidad colectiva" y la adelgaza con un chiste discursivo. 
El miedo de las guerreras busca tocar las manos en la obscuridad y si la guerrera se niega a pedir en un grito que alguien le tienda un lazo para andar, entonces el miedo carcome el alma y provoca malestares con sintomatología absurda. Y si nos descuidamos nos hace negar el camino andado y se trepa por las ramas hasta el corazón y lo inunda sin permitir que su sonido retumbe y se escuche hasta afuera de la cáscara. 
 El miedo de las guerreras  busca la armonía  de las palabras, quiere tocar las manos de otros y de otras cuándo el camino esta obscuro, el miedo de las guerreras puede ser una cuerda para unir la fuerza de hombres y de mujeres si sólo se asume el clima de vulnerabilidad. 
¿Cómo perder la espantosa sensación de la piel erizada, las articulaciones tiesas, la vibración del pecho y el tintineo de los dientes si se niega el frío? ¿Cómo dejar de temblar de miedo si se niega la necesidad del  abrigo que da la pertenencia y la aceptación? 
El miedo de las guerreras aspira a ser una lección de amor, de fuerza, aspira a librar, y liberar la batalla del "debo ser, debo poder, debo enfrentar, debo afrontar, debo estar de pie" .  Y  después de ver el miedo en las guerreras me quedo latiendo: temblar de miedo hasta tocar las manos de la fuerza... por supuesto más allá de mis manos.

2 comentarios:

Vero Marin dijo...

gracias!!!!

Yumico K. Véliz dijo...

No más las que le adornan.
Gracias por leer.