Si usted tiene consigo una caja de valores arcaicos y poderosos, gusta cambiarlos por algunos desvirtuados bienes cómo la sinceridad y la honestidad podría llevar sus pasos a ese lugar en donde"se cambian combinaciones de cajas de seguridad", en una de las avenidas principales de cualquier ciudad, en cualquier momento usted podrá encontrar la tentadora oferta pegada en una vitrina que por cualquiera se muestra vacía. ¿Se ha visto en la penosa necesidad de abrir su "caja fuerte" y revisar minuciosamente sus tesoros? ¿Cómo que no recuerda cómo asomarse a su caja de seguridad? ¿cómo que la combinación para abrirla es ahora insuficiente para gozar lo que conservaba? pareciera necesario la intervención de alguien para "cambiar nuestras combinaciones" y ¿Si simplemente revisamos y depuramos lo que conservamos oculto para que nadie se lo lleve? ¿o quizás para que nadie sepa que lo tenemos? y si coloreamos esas "cajas de seguridad" y las exponemos cómo tentadores floreros para que puedan coquetear con la vista de otros y otras?, para que en el coqueteo sublime e indirecto la seducción de lo oculto salpique a la travesura de abrir un poquito "la caja que era de seguridad" y revisemos si esconder nuestros tesoros ha sido una fuente de seguridad, o necesitamos con urgencia "cambiar por nosotras mismas la combinación" y si resulta que el olvido de la clave fue inevitable, pues entonces busquemos una vitrina descarada.
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