jueves, 10 de enero de 2013

La responsabilidad del bienestar...nadie dijo que el malestar fuera invisible

Valeria Docampo
Hacer ejercicio, tener relaciones sexuales placenteras, comerse una barra de chocolate, mirar una puesta de sol o reírse un poco más, pueden ser elementos que contribuyan en el comienzo de la recuperación de muchos estados patológicos y no sólo emocionales, sino también biológicos como un resfrío, el dolor de cabeza e incluso la calidad de vida en un cáncer.
El doctor Rodrigo Alcázar menciona que “a través de una especie de scanner, se le pide al paciente que piense, por ejemplo, en algo alegre y ahí puede verse cómo estas moléculas se trasladan a una zona del cerebro llenándose de un color rojo. Entonces, a través de estos últimos estudios de neuro imágenes se ha podido avanzar en la investigación de estos elementos”, dice.
     Estudios como éste, añade, se han realizado con el fin de ver cómo las emociones influyen en nuestro organismo. “De hecho hay uno en donde a través de la visualización se pudo contemplar que las emociones placenteras producen una gran descarga de endorfinas”, comenta.

Valeria Docampo
     Por otro lado, agrega que el deporte es esencial en esta producción hormonal. Para el especialista, realizar actividad física “es lejos lo que más conduce al aumento de estos neuro péptidos, porque cuando nuestro cuerpo está sometido al estrés derivado de una práctica intensa, siente inflamación y hay una gran descarga de ácido láctico en los músculos”.
     Entonces – continúa - tenía que haber un mecanismo compensatorio para esta inflamación producida por el deporte y por eso el organismo comienza a producir endorfina. Ahí estaría la respuesta a la increíble sensación de bienestar que siente una persona al salir a andar en bicicleta o correr una maratón”, asevera.
Para el médico, la visualización es una herramienta muy importante para que aquellos enfermos que no pueden levantarse y realizar alguna actividad física puedan también secretar endorfina y así sentirse en un estado más placentero tan sólo al verse a sí mismos ejercitándose.
Valeria Docampo
Según sus palabras, “la imaginación también es capaz de aumentar el flujo de endorfinas para calmar el dolor después de una cirugía, en un proceso de recuperación de un paciente enfermo, etcétera. ¿En qué pacientes no funciona?, en los que no creen”, sentencia.
     “No se ha podido crear una pastilla de endorfina, gracias a dios, si no estaríamos en un comercio de las endorfinas terrible”, comenta el doctor Alcázar, afirmando con esto que ninguna cadena farmacéutica es capaz de lograr lo que uno mismo puede, es decir, producir esta hormona y auto ayudarse a sanar y mejorar la calidad de vida frente a alguna enfermedad o estado de tristeza, depresión o decaimiento.
Punto Vital Enero 2011 ©
.Una receta para estimular las endorfinas: llene la tina con agua tibia y vierta en ella un cuarto de sal marina. Sumérjase en el agua por un mínimo de 30 minutos y esto le permitirá relajarse y potenciar la secreción de esta “hormona de la felicidad”. Cuidado al terminar este baño; mientras más estresado esté, más mareado podría sentirse al salir de la tina.

Valeria Docampo
¿Qué  lograríamos con los niños si siempre recordáramos que podemos  aprender y enseñar como  adueñarnos de nuestro bienestar?  Por supuesto que no estoy diciendo que eso signifique  "mostrar"  las  interacciones  personales o frustraciones particulares cómo inexistentes o un  invento propio. Simplemente   digo   adueñarnos de nuestro bienestar . Insisto con la propiedad  de las consecuencias.

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