Insoportable resultó el menú de placeres gastronómicos que usualmente las familias mexicanas disponen para el festejo del renacimiento. Y las mías por supuesto dispusieron sus propias cartas fuertes para la cena y la propia fiesta de la navidad, hasta di mi aportación (En cuerpo y alma) con los postres caseros.
Además aprendí que un dolor de muelas indescifrable, de esos que no sabes si te duele la encía, la cabeza o ya pudriste todas tus muelas traseras, bien no importa, no importa que tan indescifrable sea tu martirio bucal este no será considerado como mortal y sencillamente no es considerado como una emergencia médica.
Por lo que no pueden recibirme en mi clínica y darme la cura inmediata para terminar la tortura de simplemente despertar o sencillamente mirar el chocolate con el rabillo del ojo, nada todo era una tortura hasta cepillar los dientes y decir a todo pulmón ¡Feliz Navidad! con la boca bien abierta y a viva voz, sencillamente imposible. Con una cara de tan pocos amigos y nada de festejo, ni cara de recalentado feliz (Del banquete navideño siempre basto, se come durante un par de días más. Eso es el recalentado)
Por otro lado aprendí que vivir día y noche tragando analgésicos no tiene ninguna complicación, benditas sean las drogas que me alejan de la realidad cruda y del dolor de muela. Después de hora y media de espera, repartidas en dos clínicas dentales vino el diagnóstico: la muela del juicio viene acostada, empuja con fuerza a su vecina y tiene suficientemente claro que quiere aparecer, suficientemente la señora encía y yo tenemos claro que me roba el juicio, y el temple a mis placeres bocales y mientras no exista la cita para la cirugía viviré dopada, adueñándome de mi recuperación y absolutamente responsable de mi oportunidad para vivir feliz.
He comenzado con el intrincado camino de ver mis posibilidades reales para ejercer la vida que elijo así que haciendo caso omiso a aquéllos argumentos saludables sobre el dolor físico y la lectura del cuerpo, elijo la evasión del malestar y la responsabilidad de agendar la cirugía y hacer parir para morir a la condenada muela que me roba el juicio.
¡¡Felices momentos para planear, para desear, para abrazar, para dar, para saborear, para estar, para irse, para soñar, para flojear, para recibir, en fin Felices fiestas de fin de año!!