Árbol del Tule en Oaxaca |
De arriba abajo, de abajo hacia arriba, una y otra vez y otra vez más; miraba sus raíces sin comprender cabalmente porqué eran largas y expandidas, después de todo el no sabía de abuelos, ni de tíos, ni de primos ni de nadie. Su raíz sin embargo ahí esta, ahí estado y estaba aunque no la mirará, una raíz engrosada jubilosa, orgullosa, y pese a el mismo emblemática.
Sentía sus ramas frondosas y sin saber cómo ni por qué estaban habitadas por nidos ruidosos y contentos. Palpaba con las hojas que perdía el tronco firme y adulto decorado de cortezas multicolores. Insistía: "seré un Bonsaí parece más fácil";
El viento indignado le recordaba su esencia, pero el azorado repetía: ¡¡Deja de sacudirme, no sé como ser un Tule a veces quiero ser un Bonsai!!, las orugas que paseaban a su alrededor a coro repetían una detestable poesía coral: "elegir empequeñecerte no te hará el camino féliz , simple ni satisfactorio" socarronas lo miraban -de frente, guiñaban los ojos y apuntaban al futuro, ellas sabían eso de tejer-se interiormente.
Tule se entristecía no podía mirar la sombra que daba, no se apropiaba del oxigeno para la biosfera que el mismo producía. Su espíritu además de todo jamás se conformó con sentirse bonsaí, era un tule, tampoco la fuga funciona para existir, era un tule. En el fondo del jardín Silvio Rodríguez daba fondo a la escena y magistralmente aderezaba: "la angustia es el precio de ser uno mismo"
¿Simple, no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario