martes, 14 de agosto de 2012

Vocación, familia y sociedad



En mi país estamos a una semana de volver al trajín escolar, sólo espero recordar en cada una de mis intervenciones educativas (conscientes y subconscientes) que las acciones y actitudes más difíciles de entender son las que reclaman amor, comprensión, creatividad y entrega. 
Sólo espero saber con cada uno de mis sentidos que mis pasos al andar dejan huella en los pequeños pasitos que me acompañan a existir, en su ritmo de camino marcan el mío. 
Sólo espero amanecer con la conciencia de que mi dinastía familiar es únicamente "mi buen principio"  jamás mi destino cómo única  meta final; y por lo tanto la dinastía familiar de los niños y las niñas con los que trabajo serán para mí un referente indispensable para sobrevivir todos juntos, nunca su estación final de llegada.
 ¿Y la tuya? ¿que ha sido tu dinastía familiar, un pretexto, una cobija, una venda, una justificación, un preámbulo, un arco-iris, una oportunidad, un beneficio?, uuuffff? 

martes, 7 de agosto de 2012

El tulé

Árbol del Tule en Oaxaca
De  arriba abajo, de abajo hacia arriba, una y otra vez y otra vez más; miraba sus raíces sin comprender cabalmente porqué eran largas y expandidas, después de todo el no sabía de abuelos, ni de tíos, ni de primos ni de nadie. Su raíz sin embargo ahí esta, ahí estado y estaba aunque no la mirará, una raíz  engrosada jubilosa, orgullosa,  y  pese a el mismo emblemática.
Sentía sus ramas frondosas y sin  saber cómo ni  por qué estaban habitadas por nidos ruidosos y contentos. Palpaba con las hojas que perdía el tronco firme y adulto decorado de cortezas multicolores. Insistía: "seré un Bonsaí parece más fácil";
El viento indignado le recordaba su  esencia, pero el azorado repetía: ¡¡Deja de sacudirme, no sé como ser un Tule a veces quiero ser un Bonsai!!,   las orugas que paseaban a su alrededor a coro repetían una detestable poesía coral: "elegir empequeñecerte no te hará el camino féliz , simple ni satisfactorio" socarronas lo miraban -de frente, guiñaban los ojos y apuntaban al futuro, ellas sabían eso de tejer-se interiormente
Tule se entristecía no podía mirar la sombra que daba, no se apropiaba del oxigeno para la biosfera que el mismo producía. Su espíritu además de todo jamás se conformó con sentirse bonsaí, era un tule, tampoco la fuga funciona para existir, era un tule. En el fondo del jardín Silvio Rodríguez daba fondo a la escena y magistralmente aderezaba: "la angustia es el precio de ser uno mismo"
¿Simple, no?