Mientras espero a que el cargador libere las pilas de mi cámara, la natilla de chocolate en la estufa se enfría. He preparado una receta "casi" como decía el sobre de polvo de "atole de fécula de maíz" sólo incluí una cucharada más de azúcar, cocoa, azúcar glas copeteada, cosa de nada. No puedo resistirme a la tentación de alterar las recetas, aunque sea la primera vez que las preparo. De hecho este atardecer preparé una receta que jamás había comido en casa, es decir siempre comprada en el supermercado. Gustosa, segura y convencida (hace tanto no sentía este efímero aleteo en el pecho y la panza) de que mejoraría con mis aportaciones pero inquieta por saborear mi imprudencia.
La natilla está terminada, y de pronto saltonas preguntas en mi cocina: ¿Que sentido tiene medio litro (¿o kilo?) de deliciosa natilla sin compartir?, si me la termino me dará un coma diabético, la guardaré en el refrigerador.
...Al refri. |
La inspiración de mi fogón ni siquiera asomó su deseo de venir a probar, ¿Debo llevarla yo? espero que no, por que mi ánimo se desalienta, mi desazón aumenta cuando su deseo se camuflagea de indiferencia, de distancia, de individuación. Entonces vienen mis jalones de orejas, me reclamo "A su esquina seño, que no hay pan duro para usted" y no siempre encuentro mi esquina, lo que encontraré es la forma para llamarlo HASTA que sepa que necesito, sin laberintos ni adivinanzas ¡¡vaya tarea ¿no?!!, en la misa católica responderían: "Es justo y necesario" .
"Cucharita sin chispa" |
Mi cómplice vive demasiado lejos (En distancia transporte público= no llegarás a tiempo) la amenacé "mmm ojala te toque probar, quedo deliciosa". Ella sólo se ríe y muestra su deseo cordial de probar. Pero no vendrá, no la comerá recién preparada. (Supongo que las chispas han perdido su forma pachoncita y puntiaguda).
La familia "Titos" pues mejor ofrecieron pagar mi taxi para llevarles la delicia del postre hasta su honrosa mesa antes que venir a mi portal (nuevo y que aún no traspasan). Tampoco vendrán, el más pequeño de los Titos ni siquiera sabe que es una natilla, le aseguró a su madre: "me ha hecho una ladilla" jajajajajaja, jajajaja; su madre le espeto: "esas te las darán las chicas si no te andas con cuidado", jajajajajaja, jajajaj. Tampoco sabe que es una "ladilla". Aquí los espero con un cuento sin leer y la natilla sobre la estufa. ¿Ya dije que hoy no vendrán?.
Una receta corregida y aumentada, el gusto de preparar algo sobre la estufa, el dpto. callado y limpio, mi cara tiene puesta una mascarilla, mi templé lleva atado una cuerda, la receta se enfría, mi ilusión de compartir también, ( y ni siquiera puedo jugar a que Osito Carlitos la disfruta, tampoco vendrá)
Creo que pondré las pilas a trabajar ya se recuperarán cuando se pueda, o cuando yo no quiera tomar una foto. Aprenderé a disfrutar mis ocurrencias en solitario, sin esperar "bules para nadar". Aunque de vez en cuando vaya que liberan la diversión, la compasión, la conversa, la calma, y la reflexión hoy no hay bules ni estoy nadando, hoy sólo natilla en la estufa.
2 comentarios:
Que divertido te quedo, y que ganas me dieron de andar cerca y reclamar mi SUFICIENTE ración de natilla, pero sí, la distancia engraciada no me deja llegar por ella grrrrrrrrrrrrr
ash ya vez??? Ahora tengo ganas de natilla!!! Y mira que andaba allas el miercoles pasado, hasta regalito te lleve, pero no se me hizo verte! Ni hablar, ni regalo te lo doy, ni natilla como! Abrazo pues, aunque sea cibernetico!
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