Tráfico de tristezas, de dudas, intentan moverse en mi pecho, intentan disipar la nube.
Se atoran tropezando unas con otras, desalientan mis pasos y se burlan socarronas de mi rutina... a medio día, aquí están, aquí van rompiendo con centellas luminosas el uso del tiempo laboral.
Nadie sorprende mi noche de neblina y silencios...Nadie advierte que entre coros, canciones, nombres, citas, encuentros, y momentos rápidos de la mañana hasta el medio día una nube ocupa mi pecho lenta abrumada... Alguien llama a la puerta... entra... el diálogo conmigo se detiene...
La cita clave del día ha llegado... la nube consigue quedarse atrapada entre mi alma y mi rutina, tic-tac-tic-tac-tic-tac-tic-tac...