En la puerta se acerca mi cumpleaños, viene acompañado de una velita encendida de arena y mar...Y el fuego lo pone mi ansiedad por emprender el viaje. La misma noche del 15 de septiembre mi país festeja una ilusoria independencia, ¡pero de esa me pesa hablar!. Mejor hablo de la independencia de Netza, con la que construyo mi tarjeta de cumpleaños...
Netza tiene 4 años y 3 meses, es un niño inquieto, lleva dos semanas en el centro escolar, dice lo que piensa siente lo que siente, y habla como un huracán de franco decir. Se convierte en torbellino cuando debiera estar sentado, se sienta cuando lo invitan a danzar el baile del movimiento, atiende a las voces adultas y se compadece de la ansiedad de sus educadoras fingiendo complacencia.
Su pensamiento decora mi cumpleaños y le da tinte al deseo más franco de este aniversario.
Después de su comida los niños y las niñas visitan el baño, de la reflexión del cuarto de baño salía Netza de pronto me mira y dice:
-Sabes que quiero ser cuando sea grande?
-No lo sé, ¿Qué?
-Piloto, seré un gran piloto cuando sea grande.
-¡Si, por supuesto, y habrás gobernado tu cuerpo, tendrás que atender tu pensamiento y escuchar a tú corazón!. (El me miraba con gesto de "wuacala que hartazgo")
-mmm aja, aja
En eso se da la vuelta, camina unos dos o tres metros y se devuelve,
-Mira ¿Sabes que dice aquí? (Su playera tenía unas letras que formaban la palabra GAP)
Le contesto que no lo sé. Sin esperar demasiado me responde, llevaba su dedo de izquierda a derecha, con el tono más seguro que le he escuchado leyó:
-Dice "Crecerá muy pronto", desde mi corazón dice, ¿Lo ves?
-Lo veo! digo en absoluta seriedad.
Gracias Netza... Creceremos pronto,
Volaremos cerca de las nubes,
y recordaremos que aunque nuestro país se calcine de impotencia desde el corazón y leyendo por la izquierda repetiremos: "crecerá muy pronto"
