Al final podremos revisar el principio? ...
Los expedientes del jueves
Licha 89 años: ¿No hay cómo morir más rápido?
- Cuéntale a ella lo que descubrí el lunes...
-No quiero hablar contigo eres muy fregona... preguntas y preguntas. Me quise matar, me puse una bolsa azul como el cielo en la cabeza, ya me quiero morir. Son puras enfermedades, estoy muy cansada. Kiko 91 años: En los negocios no habla el corazón
-Mi hermana tiene 102 y la otra tiene 104, nos cuidamos bien, el trabajo y la alimentación hacen que el corazón suene como martillo tlas, tlas, tlas
-Los sentimientos como los cuida?
-Esos hay que dejarlos a un lado, y tratar de quitarlos, los sentimientos son muy duros.
-Como le hizo para quitar los sentimientos?
-me dio diabetes, aunque no sienta uno el cuerpo tiene que sentirlo. A los 90 años mi hijo me robó el dinero que yo le mandaba para que comprará una casa en Nevada, si lo depositaba pero a su nombre. Tuve que echarle abogados y me fui con todo...son toques que da la vida y avisos.
-cuidar el corazón es una parte muy díficil..
-Nunca he estado enfermo del corazón, se perder pero lo que no sé es dejar que me hagan una jugadita de estas... dar confianza y... ni modo, tuve que aceptarlo.
-Cuál es su momento más feliz? -Cuando los niños eran pequeñitos. En Tamazula hay puras comadronas, y yo recibía a los hijos como pelotas, hasta el quinto los recibí hasta que nos venimos a vivir aquí. Antes las mujeres no se dejaban ver por los doctores, ¿Que hace un hombre viendo a una mujer desnuda? La vista y el pensamiento es difícil de avanzarlos.
-Hay que saber perder eso es todo. No me quiere ya mi mujer, no le hace ¡Adelante!, me encontré una chamaca que se llama Erika tenía 19 años y yo 50, allá en Tamazula me la encontré, iba con mis hermanas, pasó tiempo y la mire con otros ojos, era la sirvienta de mis hermanas, ellas le dijeron "no seas tonta, acepta". Mi padre decía la mentira dura mientras la verdad llega, también me divorcié de ella, también quiso divorciarse, pues ni modo, así sea...
-Te veo el jueves...
-No sé, ¿Será? Yo creo si, te dije que viviría más de 100
Graciela 85 años: Decir lo no dicho
-Hacer cosas que no hacen los demás, eso es la locura, eso es volvernos locas. -¿Que pasaría si abrazamos la locura? (¿si aplico la estrategia de abrazo de contención?, esto solo lo pienso mientras la escucho),
-Es necesario afrontar las consecuencias y aceptar que no estamos de acuerdo con las reglas que no se escriben, con lo que se espera de nosotras, con lo que los demás necesitan..
-¿Es parte de la locura o parte de la salud?
-Es temor a que me dejen de querer y me juzguen mal. Intento pero no puedo soltar ese miedo, lo intento...
-La locura es renunciar al catolicismo a los 85 años, y descubrir que puedo volar aunque las piernas ya no se muevan más que en silla de ruedas. ¡¡¿¿Ponerme en paz con Dios??, a la porra. Si yo estoy tranquila con Dios!!.
-Abandonar el temor a que nos dejen de querer parece la locura, pero si lo miras bien se convierte en la libertad de amar autenticamente, sin miedo.
-¿Cuándo vas a venir? y ¿me dices si de verás me estoy volviendo loca? Porqué yo soy distinta a todos mis hermanos, porqué tal vez no puedo mandar a volar lo que me enseñaron desde niña.
-Eso te hace loca o te hace diferente?
-Ya no puedo hablar... te espero el jueves que viene. Y dispensame... perdóname. Te estoy diciendo cosas que a nadie había dicho.
******
(Sin expedientes y sin prisa: He pensado mucho... no hay nada que yo pueda hacer para que tú me quieras más... ¡uuuuffff!! Tú me quieres desde tu propio cuerpo...mente... alma... y tú sabes cómo y cuánto.¿Y yo?, yo te quiero ).